No he podido evitar el recordarla, tras recibir la lacrimógena carta que el Presi nos remitió el otro día a todos nosotros. Aquella fuga del ruedo por parte del gran Curro Romero cuando el toro ,decía, o la justicia, en este caso, dice, no le miraba bien. El famoso Curro prefería salir avergonzado y escoltado entre dos guardias civiles, por la contrabarrera, hacia el calabozo del cuartelillo, en donde se solía pasar unos días meditando, como Su Sanchidaz ha preferido voluntariamente hacer.
Y, lo hacía, aunque algún adicto a su religión, a su toreo, como deben de hacer los buenos aficionados, le dijera... "pero no te vayas, maestro, que tú puedes”, a lo que él, resueltamente, respondía con el mismo desparpajo... ¡”Como que vas a saber tú más que esta pareja de señores!"
El Presi se ha molestado, decía, en escribirnos a todos nosotros, los jefes del cortijo que le pagamos para que administre nuestra finca. El mundo al revés,vamos, para decirnos sin vergüenza y sin pudor alguno, como siempre, el que se toma cinco dias de ejercicios espirituales para meditar entre el padre Koldo y el cardenal Ábalos como poder redimirse mejor. Pero la cosa sabemos de buena tinta que le está suponiendo un calvario, entre su asesor áulico, que no para de mascullar su verbalizado e insoportable tic... el de”aquí o jodemos todos o tiramos la puta al río”, que dicen por este entrañable Aragón, o lo otro, lo del Cardenal, diciéndole, por si no lo sabía, que lo de la exclusiva de la multiplicación de los panes y los peces se había hecho público que la había comprado su "henmano", el que al parecer se ha formado en aquella tierra, como el otro famoso hermano... ¡pero que gracia tié mi querida Sevilla!
Pues bien, como él se ha molestado en escribirnos, sería de muy mala educación el no contestarle, por lo que comienzo a hacerlo, harto ya de, con sus trapicheos, su Dulcinea haya conseguido el que últimamente a Huesca se la esté conociendo, mucho más que por su propia Magia, por la magia del Mago Barrabés, tan capaz de haber ascendido por el mundo gracias a su “piolet” como por haber sabido apiolar por España a quién haya hecho falta...tío listo, este metafísico emprendedor!
Mire, Sr. Presidente, en politica, como en la guerra, incluso en la vida misma, no sólo valen las disculpas ante los errores; o se pagan, yéndose, o se corre el riesgo de pasar a la historia como un “singing morning”, el cantamañanas de toda la vida.
Porque solo así puede vaciarse la crispación social generada por usted, su esposa, su hermano y todos sus palmeros, tan ajenos a sus traiciones como atentos al pesebre que pudiera quedárseles vacío, si alguien no lo remediara.
Aunque de sobra podamos saber que como el Pichichi politico europeo de los goles tan imposibles como improbables, Vd. pretenda, con este penalti de su enamoramiento, tomar la cicuta de su final, para pasar a la historia, no ya como Al Capone, por cosas de dinero, sino como un moderno Romeo, por cosas más bien relacionadas con el honor, ese que tenía tan putrefacto entre sus mentiras y pactos contranatura.
Qué vergüenza de carta, que tiene mucho más que ver con un crujido de puerta vieja que con el destilado glamuroso de un doliente y enamorado corazón.
Con ella, no nos cabe duda de que ha pretendido aliviar la conciencia propia por tanto desamor como nos ha venido manifestando a la otra media España, aunque como decía, el paso dado con su confinamiento voluntario, nos resulte tan criticable e ilegal como Vd. mismo no tuvo inconveniente en imponernos a todos...y, aún no nos ha pedido perdón.
¿Pero en qué cabeza cabe que ante el menor y serio disgusto, tanto en el ámbito doméstico, como en el profesional, a alguien se le pudiera ocurrir dar un portazo, sin previo aviso, durante cinco días, para abandonar el hogar o el quirófano, para reflexionar... o para hacer las maletas de la huida?
¿Tal vez, decía, para no acabar como aquel Curro Romero, entre dos guardias civiles y por la contrabarrera, en silencio y mirando al suelo?
Nuestro/vuestro Presidente, el de los andares toreros y el de la pretendida aureola de superioridad: el líder de los pies de barro, pero andando gracias a las muletas prestadas por todos los enemigos de España y cuya presencia sólo le permite sacar pecho en tres Comunidades, pero que, perdida la memoria, no tiene empacho alguno en denunciar y poner sobre la diana al Sindicato Manos Limpias, tan capaz de denunciar la pretendida pureza de su Amada, como ya hizo en su día con Urdangarín o Bárcenas, por ejemplo... mientras sus fieles, entonces, casi sacan bajo palio a los que ahora infaman.
Que de sobra es conocido que predicar no es dar trigo... ¿Verdad?
Vamos, pá mear y no echar gota, dado el “prostatismo mental” que vemos padece desde que lo conocemos, pudiendo decir una cosa y su contraria sin que la “cara de asesino”, esa con la que miraba el otro día en el Congreso hacia una gaviota que sobrevolaba por el hemiciclo... haya conseguido durante su mandato que no se le haya caído de vergüenza.
En fin, decía el gran Churchill que “nadie es un héroe para su mayordomo” y a Vd. y los suyos, tras traspasar todas las líneas rojas, ya casi ni tiene adoradores en su Sanchista secta.
Sólo me queda el pedirle, desde mi título de propiedad del país, junto a muchos vecinos y amigos, el que se vaya cuanto antes. No nos haga más daño ni nos produzca más vergonzosa risa, que ya hasta la mismísima Europa se ha encargado de comunicarle con su estentórea carta, que no deja de ser Vd. un pequeño diablo.
Sólo así va a comprobar lo difícil que le va resultar salir simplemente a comprar el periódico.
Ah...y gracias por su tiempo.
Sanchidaz...beso su mano