Un fin de semana de noviembre en tren de Huesca a Madrid-Puerta de Atocha: como ganado

Miguel Marigil
15 de Noviembre de 2023
Guardar

Llego a la estación de Huesca un sábado de hace muy pocos días y en el móvil se nos avisa a los viajeros de que “por problemas técnicos” se nos cambia de tren. Se nos reparte en el control de billetes a cada viajero un papelito con los nuevos asientos. Pero hete aquí que en los vagones por fuera no consta el número de vagón con lo que cada viajero entra en el vagón que le parece oportuno y el pasillo del tren se convierte en un trajín de idas y venidas de personas y maletas que van de un lado a otro en ese pasillo tan estrecho formando tapones mientras cada viajero lucha denodadamebte para buscar con ansiedad creciente su vagón y su asiento.

El tren sale con unos 15 minutos de retraso. Cuando llegamos a la estación de Delicias  de Zaragoza pensando que los viajeros de Zaragoza, como en anteriores ocasiones, ocuparían sus asientos en nuestro tren no entra nadie y con gran sorpresa vemos que  los viajeros de Zaragoza se van en otro tren y sale 18 minutos antes que nuestro tren. Cada vez que llegamos a las estaciones de Calatayud y Guadalajara nuestra tren espera –nosotros desesperamos- aguardando a que pasen otros trenes a gran velocidad. En resumen llegamos con 1h y 33 minutos de retraso Madrid. Hay que añadir que no sé qué tipo de tren era pero el traqueteo y el ruido me recordaba a los trenes de via estrecha de mi niñez .

Tocar volver  el domingo a Huesca.  Con gran sorpresa –uno no se acostumbra a tanta ineptitud-  los viajeros que van a Zaragoza -anuncia una persona histérica- que se van en otro tren mientras que nosotros nos hacen esperar en otro control con más de media hora de  retraso y nos toca un tren similar al de la ida que ponía destino Tudela-Pamplona. Varios viajeros preguntamos si iba a Huesca o a Pamplona para asegurarnos de que por caprichos de la Renfe no nos llevaran a tierras navarras pero no, iba a Huesca. Menos mal.

Nos dieron otro maravilloso papelito con nuestros nuevos asientos. Una vez más me recordaba a mi niñez, que por cierto nací el siglo pasado. A personas que iban con más gente se les dio billetes separados en otros vagones. Cuando alguno -pocos realmente- nos quejamos, dijeron que lo que teniamos que hacer era haberlo dicho ¡Qué torpeza la nuestra!  La sensación de que éramos ganado barato ya era insoportable. Los asientos nuevos no coincidían con lo cual otro caos de gente que no sabia donde sentarse.

A la pregunta al revisor de dónde teníamos que sentarnos nos dijo que donde quisíeramos. Creo que la expresión que siguió a ese comentario del revisor levantando los brazos era algo así como donde se les ponga los c... Salimos con media hora larga de retraso. Me llamó la atención que nadie de la cola dijo ni mú. Con lo que de ganado vacuno no sé si por nuestra parte se tornó a ovino.  En el vagón hacía tanto ruido que la gente se cambió de vagón porque el ruido era insoportable. No sé que pasó con el tren de los que iban a Zaragoza pero imagino que llegó a su tiempo. Nosotros llegamos con 1 hora 40 minutos de rertraso.  El tren paraba en todas las estaciones y en otros lugares que por la oscuridad me temo que era en via de nadie para esperar y una vez más a los privilegiados de la Renfe que pasaban a toda velocidad. Igual es que tanto en la ida como en la vuelta los de Huesca pagamos menos o somos ciudadanos no susceptibles de consideración por parte de la Renfe.

Me sentí burlado, estafado y menospreciado. El tren además estaba sucio. Evito hacer comentarios sobre los baños. A veces parecía por el ruido que el tren se iba a descacharrar campo a través. Lo dicho, ganado vacuno  para Renfe y nosotros puro ganado lanar, puro eso sí, pero lanar.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante