José Martín-Retortillo

Del fútbol y sus paradojas

25 de Agosto de 2023
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Con el campeonato femenino de fútbol ganado en buena lid por las chicas de la selección española ha habido una razón muy grande de euforia y alegría del personal de todos los lugares. La lástima es que el todavía regidor de la Federación española ha inundado la información y la opinión con su melonada, tan machista como eufórica, que ha traído otras suyas del mismo nivel que permanecían más o menos en el olvido. Los canales de la información que me recuerdan las acequias y canales, vienen cargados con las noticias del actuar del regidor.  No sé si dimitirá o si lo cesaran, que cualquier cosa merece, pero agarrarse al sueldo acabará siendo la cuestión, pues no es precisamente del salario mínimo de lo se nutre esa presidencia de la federación del balompié.

Hablo de dinero, porque en el caso del fútbol español masculino ha habido o hay todavía burbujas, llamadas a desinflarse pronto, que los chicos “están mal pagados” y el dinero de liquido que va, parece una cascada de Ordesa. Y ese dinero no solo va para los jugadores, sino para todo el entorno que anda engordado a su alrededor, donde el reparto de empleos en el tinglado para novias, hijos y amigos de los amigos y conocidos encuentran acomodo, sabiendo que en estos pagos las conductas se vuelven imitativas y lo que tiene el Club de Futbol de turno, el Ce Fe, lo copia la agrupación o la sociedad deportiva de cualquier lugar que se precie.

Hay dos cosas que me tienen muy maravillado, y que dejando al margen el respeto teórico a la justicia, no alcanzo a comprender. Una, la local, es el retraso del llamado caso Oikos que afecta a un club como el Huesca, por la llamada pena de banquillo (mosqueo que no tiene nada que ver con el banquillo futbolístico), por el retraso mantenido en su resolución, por la obsesión inicial policial que cabe suponer comenzada desde los aledaños de la Liga de futbol o de las instancias superiores, donde por cierto no andan mal pagados tampoco, y porque a alguien toca empurar por aquello de “hacer que hacemos”.

Y empezado el nudo y el lío, con la madeja bien revuelta y el paso del tiempo, a ver quién desata el ovillo. O lo que es lo mismo, arreglamos el mundo en declaraciones y en postureo, y de vez en cuando le echamos alguna cosica a la judicatura para que se entretenga y se apañe como pueda, que el personal es muy paciente, y la presunción de inocencia siempre es una cantinela que alivia y sirve de excusa para la teórica que toque.

La otra es la de los dineros que alcanzan más del par de millones de euros, (no se le ocurra pasarlo a antiguas pesetas) que el CF de la capital catalana, que siempre alardeó de ser más que un club, ¡y tant!, ha pagado al vicepresidente que fue de los árbitros, para “información” y los menesteres que fueran procedentes, que al final no se sabrá nada y el agua de borrajas resulta ser muy diurética. Tenga el lector por seguro que no habrá ninguna consecuencia, ni ninguna molestia de consideración alguna, ni se investigará nada, pero dineros de los socios, y del público en general no han ido a parar donde debían.

Y los presidentes y directivos del Barsa han tragado sus donus y ruedecillas del molino de la corrupción, que siempre se suele presentar como “lo normal”. Y de eso nadie habla, ya que ser presidente de un club de esa magnitud, es más importante que un ministerio, que ahora andan devaluados por su cantidad y por su nivel. Y Cataluña es tierra muy importante. De corrupción saben y de impunidad también, y quede claro desde luego que no tienen la exclusiva.

No hablo de que se celebre en Arabia Saudí, lugar de importantes libertades democráticas y de igualdad de la mujer, (ironía evidente) copas de supercopas entre cuatro equipos españoles, donde los diálogos de sus principales protagonistas tanto dieron que hablar. Y sigue. La mezcla de fútbol, feminismo, pelas y Arabia es un coctel curioso por no decir explosivo. Fuegos de artificio.

Este país de paradojas y de corruptelas resulta ser maravilloso. Frente a los arrestos de unas deportistas y de gente esforzada en dar a diario lo mejor de si mismo, que es en buena medida la enseñanza del deporte, y que sirve para la vida entera, aparecen alrededor de los esfuerzos y sudores, como setas, los buscones, logreros y aprovechados de larga parla y apariencia, y mayor cara dura, con la muñeca del revés a ver que cae, lindando con su espabilada picaresca, las cornisas de la ilicitud.

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