La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aprobó el estatuto de los becarios ¿Y quién podría estar en desacuerdo con una norma que “beneficia” a un colectivo desprotegido? Pues las empresas que contratan becarios y las universidades que forman a los estudiantes. Es decir, aquellos que están día a día con los susodichos ¿Y quiénes han desarrollado el estatuto? La ministra y los sindicatos mayoritarios, justo aquellos que no se verán afectados por la regulación. Es decir, otra vez se ha hecho una regulación laboral de cara a la galería, sin pensar en el trabajador y en los efectos negativos que conlleva la sobrerregulación.
Este estatuto incrementa para las empresas el coste de contar con becarios. Y si es más caro, habrá menos becarios. Según las cifras de los representantes universitarios, más de un millón de estudiantes pueden quedarse sin prácticas laborales. Eso sí, los pocos que tengan prácticas estarán en palmitas.
¿Saben estos efectos negativos el Ministerio y los Sindicatos? Sí ¿Les importa? No.
Esta regulación les beneficia porque tendrán buena prensa (y ahora que llegan las elecciones la necesitan). Y cuando salga mal, echarán las culpas a las malvadas empresas. Pero el verdadero perjudicado será ese estudiante que quiere hacer prácticas y no pueda hacerlas. Saliendo al mercado laboral peor formado. Es decir, pagarán las consecuencias los de siempre, los ciudadanos.
¿Es este diagnóstico muy pesimista? Seguro que hay decenas de economistas que defenderán que este escenario sólo está en la imaginación de los de extrema derecha o derecha extrema. Demostrando que son ellos los ideológicamente cegados.
El resultado de esta maniobra propagandística de Yolanda Díaz y del Gobierno de Pedro Sánchez se sumará a las consecuencias nefastas de otras medidas propagandísticas.
¿Se acuerdan de la Ley Rider? En teoría iba a ayudar a todas las personas que nos traen comida a casa. El resultado fueron despidos masivos por parte de las empresas, una reducción de las rentas que obtienen dichos trabajadores y una escasez de repartidores. Se le avisó de estas consecuencias a la ministra y al Gobierno, pero no hicieron caso. Los representantes mayoritarios de Riders dijeron antes de que se aprobara que no querían esa regulación. La Ley salió. Los responsables se hicieron la foto y la consecuencia la pagan las casi 10.000 personas que acabaron desempleadas.
¿Y la regulación del teletrabajo? Tras la pandemia el teletrabajo se iba a instalar en muchas empresas. Podía ayudar a paliar el problema de la vivienda y el transporte en grandes ciudades, pero llegó la sobrerregulación. Una normativa caótica que incrementaba los costes empresariales ha provocado que el teletrabajo sea un vano sueño en España ¿Y quién lo sufre? Los trabajadores. ¿Quién se llevó el aplauso y la foto de la Prensa? Yolanda Díaz.
¿Y la ley de protección animal? Una ley que iba a proteger a los animales domésticos pero que ha provocado un incremento de los abandonos. Por lo que los animales a los que iba a proteger han resultado ser una víctima de este gobierno ¿Importa a alguien?
Estas tres normativas cosméticas dan testimonio de que el nuevo estatuto de los becarios será negativo para España.
Más que el Gobierno de los becarios parece un gobierno de becarios.