Los empresarios no son el enemigo, son la salvación de cualquier economía. No se puede sobrevivir sin empresarios, por lo que es un colectivo que se debería tratar bien, algo que en España no hacemos. Al contrario, somos uno de los países europeos que peor trata a los empresarios. No penséis en el hombre del Monopoli o en Florentino Pérez cuando se hable de empresarios. Un empresario es el autónomo que emprende, el frutero de la calle, el agricultor que intenta sacar adelante su explotación. Todos esos son empresarios. España es un país de pequeñas y medianas empresas, es decir, empresas con menos de 50 trabajadores. Así que cualquier discurso contra el “malvado empresario”, es un discurso populista y malintencionado.
Uno de los mayores problemas de la economía española en estos días es justamente que esos discursos vienen desde el Gobierno. Un gobierno que se ha convertido en el mayor problema de los empresarios. Desde la Cámara de Comercio de España se ha encuestado a 1.900 empresas y les han preguntado cuál es la mayor dificultad que encuentran actualmente para su viabilidad y/o para seguir creciendo. Los resultados son muy llamativos:
- El 40,6% de los empresarios consideran que la mayor dificultad económica que encuentran son los incrementos de los costes laborales. Desde la subida al poder de Pedro Sánchez, el incremento de los costes laborales ha sido abismal y desde todas las perspectivas posibles. No sólo ha subido el salario mínimo interprofesional (SMI), sino que las negociaciones de convenios han usado ese incremento para pedir subir más el resto de la escala salarial. Posteriormente las cotizaciones sociales que se usan para pagar el sistema de pensiones, se han incrementado. Este coste, soportado tanto por el trabajador como por el empresario han supuesto a la postre, un mayor coste laboral para las empresas. A esto hay que sumarle las semanas extras de permiso de paternidad, los costes asociados a la ley de teletrabajo, el querer reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y otros anuncios de cara a la galería que ha hecho el gobierno para intentar comprar votos.
- El 35,6% de los empresarios consideran que la mayor dificultad económica que encuentran es la presión fiscal. Una empresa debe, no sólo hacer frente al Impuesto de Sociedades, sino que debe hacer de recaudador frente a la Agencia Tributaria, recaudando el IVA y las retenciones de IRPF. Este Gobierno ha subido muchos impuestos y otros no los ha deflactado. Esto ha provocado que, frente a empresas extranjeras, la competitividad se reduzca. Y si se debe anticipar la recaudación del IVA sin que te paguen antes, esto puede llevar a una inviabilidad económica que termine por destruir la empresa, abocándola al cierre.
- El 20% de los empresarios consideran que la mayor dificultad económica que se encuentran es la inestabilidad política interna. Esta inestabilidad no es debida a un gobierno débil o a muchas elecciones, el caso italiano es paradigmático (70 gobiernos en 80 años). La inestabilidad proviene de los cambios de parecer o las modificaciones legislativas. En teoría, cambios de rumbo de cara a la galería para durar un telediario más en la Moncloa.
Si suman esos porcentajes se darán cuenta de que para el 90% de los empresarios, el principal problema es el Gobierno.
Sin Gobierno hay futuro, sin empresarios, no.