Hay un dicho que dice: "Se reprende en privado y se alaba en público". Pues bien, ha llegado la hora de alabar. Tras una larga lucha de más de 5 años, nuestro hijo ha fallecido en este Hospital a causa de una larga enfermedad. Por más que intento y lo digo de corazón, no consigo sacar faltas de la enorme profesionalidad, el cariño con el que nuestro hijo y toda la familia hemos sido tratados en los innumerables ingresos, revisiones y visitas rutinarias. Ha sido tanto tiempo que casi nos sentíamos "como en casa" (salvando las distancias), desde el personal de puerta de entrada, hasta la fatídica 7ª planta.
Obviamente, queremos tener un recuerdo especial para la especialidad de Hematología, que se han dejado la piel por nuestro hijo. Del servicio de Enfermería, Auxiliares, Celadores, Limpieza, no sé ni qué decir. Han sido "madres, hermanas, amigas y paño de lágrimas" (escribo en femenino, pues son mayoría).
También un recuerdo para otras especialidades, pues la enfermedad corrió por todos los rincones de su cuerpo, Trauma, Endocrinos, Digestivo, Oftalmología, Urología, Neurología, Quirófanos, Radiología, Hospital de día, Psiquiatría, Administración, Cocina....y especial agradecimiento al equipo humano de la UCI, en los momentos finales.
Agradecimiento también al Hospital de Valdecilla (Santander) y al Hospital Clínic (Barcelona), en perfecta coordinación con los Hematólogos de Huesca.
Seamos conscientes de la importancia de la Donación de sangre, médula y órganos y apoyemos a la Sanidad Pública y a la investigación
Un millón de GRACIAS A TODOS