Pilar Lachén

Huesca vive

07 de Agosto de 2023
Guardar

Parecía, hace muy poco, que nuestra ciudad agonizaba y moría lentamente: locales vacíos, poca gente en las calles y, en fin, eso que ya sabemos todos de irnos a otra ciudad a comprar.

El llamado “Green Friday” trajo algo que me ilusionó: las calles llenas y la gente comprando. No es una carta promoviendo el consumismo, es una carta reivindicando mi ciudad, sus comercios, el trabajo de muchos para sacar adelante sus negocios día tras día, viendo el éxodo de los fines de semana hacia otros destinos.

Tengo que ser realista y pensar que, como ciudad pequeña, hay menos opciones para elegir, pero si se realizaran más eventos como el del pasado viernes, quizá podríamos revivir lo que se apaga.

Retrocediendo un poco más, cientos de personas se concentraron en la plaza Luis López Allué para bailar la jota de San Lorenzo, o para ver cómo la bailaban otros. Y otra vez volvió la ilusión: gente en la calle.

Creo que deberíamos amar un poco más esta ciudad y, entre todos, colaborar para que no siga por ese declive que podemos ver con los locales cerrados que hay en la arteria principal. Quizá suene utópico, pero es normal viniendo de una soñadora como soy yo, pero ¿no sería viable reducir el precio de los alquileres antes que tenerlos con la persiana echada? ¿No se podría, por parte de la administración municipal apoyar a nuevos emprendedores a lanzar un negocio, conseguir una franquicia e intentar realizar su sueño?

No hablo de sueños, hablo de realidad, de una ciudad que muy despacio, pero con paso firme, está destinada a ser la ciudad de funcionarios de la que hablan muchos, la ciudad dormitorio de la gran urbe. Me entristece. Mucho. Y me cabrea (perdón por la expresión) que no seamos capaces de ayudar a revivir una Huesca en la que se vive de maravilla; en la que no faltan servicios como colegios, institutos, universidad, sanidad, ocio…

Huesca es una ciudad que vive y son sus gentes las que hacemos que siga adelante, las que nos damos golpes en el pecho para sus fiestas, pero no contribuimos a su desarrollo, o quizá sea mejor decir a su mantenimiento.

Hagamos algo por la ciudad que, a muchos nos ha visto nacer, crecer y hacernos, ya, un pelín mayores. Apoyemos los actos en la calle, porque somos una ciudad que vive en la calle. Luchemos por lo nuestro, por no depender de la gran ciudad que se nos va a comer. Un poquito de cada uno, hará algo grande.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante