José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Impuesto tras impuesto, camino a la pobreza

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
05 de Noviembre de 2023
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José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Un político no es peligroso cuando promete dar algo, sino cuando lo da. En España está establecida la falsa creencia de que el dinero público no es de nadie. Nunca sabremos si esa mentira la propagó Carmen Calvo por su ignorancia o por otras motivaciones. La verdad es que el dinero público proviene de todos los españoles. Al retrotraer de nuestros salarios un porcentaje para el IRPF y otro para las Cotizaciones Sociales, al incrementarnos con el IVA el precio de cualquier compra, por muy modesta que sea, al tener que pasar por Hacienda para darle un porcentaje de lo ahorrado por nuestros familiares cuando fallecen y otros tantos ejemplos, demuestran que el dinero público es de todos.

Si el dinero público no es de nadie, la clase política puede dilapidarlo como quiera. Ofreciendo prebendas a tirios y troyanos. El problema reside cuando la caja se vacía y hay que seguir alimentando a los colectivos artificialmente privilegiados.

Cuando ya no queda más dinero es sinónimo de que el Estado ha tocado fondo y debería replantearse su política de gasto, pero eso no sucede en España. Aquí, como si fueran nuestros políticos una mala imitación de Juan sin Tierra y el Sheriff de Nottingham, sólo saben hacer una cosa, subir y subir y volver a subir impuestos. No importa que la salud de la economía de las familias españoles sea la peor en veinte años, no importa que el paro juvenil sea sangrante, ni que cierren empresas a decenas cada día. Lo importante es mantener los privilegios ofertados por el Gobierno y la opulencia del mayor gobierno de la democracia. Saben que no hay ningún Robin Hood que robe a Hacienda para devolvérselo a los contribuyentes.

La situación es la siguiente, el gobierno recauda como nunca, batiendo récords de ingresos vía impuestos cada trimestre, y en vez destinar ese dinero a equilibrar el presupuesto o a pagar la deuda pública española, lo destinan a engordar a sus apesebrados. A acomodar a sus socios. Y a agradar a las empresas que mantienen a los políticos retirados.

El 1 de enero del 2024 llega el turno de otra puñalada tributaria por parte de este gobierno progresista. Van a subir los impuestos. Los socialistas y podemitas (o Yolandistas) han defendido que esta subida afecta a los ricos, pero los hechos son testarudos.

La cesta de la compra cada vez cuesta más llenarla, y aún costará mucho más esfuerzo pues los alimentos básicos que tenían un IVA del 0% pasarán a tener un IVA del 4%. La pasta y el aceite el 10%. Debe haber muchos ricos en este país consumiendo alimentos básicos, pasta y aceite, porque el ministerio dice que en un año este incremento recaudará 1350 millones de euros.

No sólo en los alimentos han puesto el foco. La luz actualmente tiene un IVA del 5% debido a la crisis energética, pero con el nuevo año volverá a su tipo normal. Y a su vez, el Impuesto Especial sobre la Electricidad se multiplicará por diez. Las previsiones muestran un incremento de la recaudación de dos mil millones de euros. Dinero que no saldrá de la luz que consumen los ricos en sus mansiones; sino de casas modestas, encareciendo una factura de la luz, que por nuestra pésima política energética es ya de por sí muy elevada. Y las zonas rurales, donde son más comunes las calderas que funcionan con leña, tampoco se libran, pues el IVA de la madera también se incrementa.

Los políticos no han parado de dar, y ahora es el momento de que todos paguemos. España es un país que ha visto incrementada la inflación un 17% desde el 2020. A esta pérdida de poder adquisitivo que ha empobrecido a las clases medias y bajas, se le viene a sumar este atraco fiscal.

Piedra a piedra, impuesto a impuesto, vamos camino de la pobreza.

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