Llevo meses escuchando decir a los ministros de Pedro Sánchez que España va como un cohete. Y, sin embargo, la realidad económica que muestran los datos y la que se ve en la calle contradicen esta afirmación. Aun así, sigue habiendo gente dispuesta a creer el relato. No queda otro remedio que poner sobre la mesa datos que no den lugar a duda.
Me centraré exclusivamente en el IVA, un impuesto muy particular. Este tributo afecta, ante todo, al consumidor final, es decir, a todos aquellos que vamos a realizar compras. Ya sea de una casa, un coche o vamos al supermercado los sábados a hacer la compra del mes. En otras palabras, el IVA afecta a las familias que están viéndoselas muy mal para llegar a final de mes.
En el año 2017, cuando tomó el poder Pedro Sánchez, la recaudación de este impuesto ascendía a 68.471 millones de euros, ahora es de 90.541 millones de euros. Es decir, el Estado recauda un 32% más. Este dato se puede ver de dos maneras. La del gobierno o la real. Según el Ministerio de Hacienda, este incremento en la recaudación es porque los españoles estamos tan bien que consumimos más. Al gastar más, ellos recaudan más. Lo cual es falso. La verdad es que los precios, por culpa de la inflación, han subido. El IVA es un porcentaje fijo (21%, 10% o 4%) del precio. Si los precios suben, lo que se debe pagar por el IVA también. Déjenme demostrarlo. Desde que llegó Sánchez al poder hasta diciembre del 2024 la inflación acumulada ha sido del 24%. Si en el 2017 un bien costaba 100, en el 2024 costaría 124 euros. El IVA que se pagaría en el 2017 serían 21 mientras que en el 2024 ascendería hasta 26,04 euros.
Como pueden ver, se ha incrementado la recaudación del IVA un 32% pero la inflación sólo un 24%. Tampoco ese gap es debido a la buena marcha de la economía. El Gobierno de Pedro Sánchez está gastando más que nunca debido a que tiene fondos de la Unión Europea (los famosos Next Generation) y a un incremento de la deuda pública.
Ahí tienen los motivos por los que se recauda más IVA. No hay ningún efecto positivo en la economía. No hay nada que haya realizado el gobierno de Pedro Sánchez para que la salud económica del país sea mejor en el 2025 que en el 2017, más bien todo lo contrario.
Hay que tener en cuenta que este impuesto afecta en mayor medida a las clases bajas y medias. Si uno cobra mil euros y se los tiene que gastar en consumir, se habrá gastado un 17,4% de su renta en pagar el IVA (826 euros irán a pagar la compra y 174 para el Estado). En cambio, cuanto más rico se sea, menor porcentaje de la renta irá destinada al pago del impuesto. Por ello se dice que los impuestos al consumo son una rémora para las clases menos pudientes y que en una crisis lo primero que hay que bajar son los impuestos indirectos como el IVA. Y esta afirmación no es sólo mía, el PSOE también la defendía cuando Rajoy incrementó el impuesto al 21%.
Además, antes de las elecciones del 2019, el programa electoral defendido por Pedro Sánchez propugnaba un sistema impositivo más leve para las familias y entre otras cosas se hablaba de una posible reducción del IVA; cosa que no ocurrió. En un principio se defendió que no era posible por la crisis del COVID pero ¿y ahora? ¿No va la economía como un cohete? ¿No sería momento de reducir el IVA?
España no va como un cohete. Y las políticas económicas e impositivas de este Gobierno no van a solucionar ningún problema.