Acabamos de realizar un acto por la Paz que ha supuesto participar en un objetivo tan grande como complicado pero del que estamos muy satisfechos.
Esta nota, sin embargo, no la escribo para describir el acto ni su objetivo sino para hablar de las personas que lo hemos intentado pero sobre todo, de una en particular.
Todos, todas hemos puesto muchas ganas y esfuerzo: Jorge, Sandra, Manuel, etcétera, y yo misma pero querría resaltar, en esta momento, la labor de Myriam Martínez.
Myriam, por su condición de periodista, no quiere nunca verse señalada pero es que además de ejercer su trabajo, es una persona implicada hasta el final en todos los proyectos e iniciativas que se le proponen.
Y es verdad, que por su condición laboral, tiene numerosos contactos y facilita la labor en cualquier momento.
Pero es muy importante saber que los contactos y puertas abiertas que tiene, se deben a que la entrega, entusiasmo y cariño que pone en todos sus trabajos hace que sea conocida y admirada por todos y por partes iguales.
Su capacidad para estar en prácticamente todos los actos es asombrosa; horario de trabajo es una expresión que desconoce totalmente y descanso semanal, algo que ni existe para ella.
Si existe y no es poca cosa, su compañera infatigable Mercedes Manterola; entre las dos forman un tándem difícilmente superable.
Agradecimiento no es palabra suficiente, pero, no encuentro otra. Gracias.