Tras conocer la noticia de la muerte de Mario Vargas Llosa se han publicado numerosos obituarios recordando a uno de los grandes escritores en español. Un hombre que ha dado a la literatura muchísimo y los lectores estaremos eternamente agradecidos. Sin embargo, no sólo se ha ido un novelista, sino uno de los grandes defensores de la libertad.
Vargas Llosa sabía lo que era una dictadura por su experiencia vital y conocía muy bien los distintos movimientos totalitarios. Sin salir de su Perú natal sufrió el autoritarismo entre finales de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, el militarismo de los setenta y la dictadura de Fujimori. A su vez también sufrió con el terrorismo comunista de Sendero Luminoso que dejó entre veinte y cuarenta mil víctimas. Y comprobó de primera mano cómo el “paraíso del proletariado” en Cuba sólo era una cárcel con buena publicidad. Por todo ello, junto con su profesión de escritor, llevó a cabo una lucha por la libertad, que a día de hoy parece más complicada que cuando la comenzó.
Mario Vargas Llosa declamó un brillante discurso en la entrega de los Premios Nobel que nos ha dejado algunas píldoras que recogen parte de su pensamiento sobre la libertad.
Quienes dudan de que la literatura, […] nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes.
Este párrafo es quizás la más clara de las advertencias y la más actual de todas las que lanzó en su discurso. Más aún, pregúntense si todo lo que está legislándose sobre la cultura en este país va a favor de la libertad o de la censura.
Empecemos con el ataque masivo que se está realizando a los medios de comunicación contrarios (total o parcialmente) con las tesis del Gobierno de Pedro Sánchez. Se les denigra y se les insulta desde la tribuna pública, e incluso se les boicotea a la hora de permitir preguntar en las instituciones públicas.
Continuemos con las ayudas concedidas a los propios medios de comunicación que ocultan las noticias contra el gobierno (o la familia de Pedro Sánchez) y las que han recibido los medios que aún podemos considerar independientes. Y sumémosle la ayuda de 5 millones de euros que recibieron podcasts de “interés cultural” que aprobó este gobierno en el 2023. Si repasan la lista, la mayoría tienen un sesgo cercano al del Gobierno.
Sin embargo, la ofensiva se ha incrementado a la hora de legislar contra los medios molestos. Y ahora, como ven que la censura en medios está siendo poco efectiva están intentando ir contra las universidades privadas, evitando la pluralidad de pensamiento, que es, a fin de cuentas, más censura; si nadie muestra que hay otra manera de pensar, todos acatarán el credo único.
No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad
La libertad es frágil y más para aquellos que no la comprenden. La libertad no es la posibilidad de hacer lo que cada uno quiere. La libertad consiste en respetar las decisiones ajenas y que se respeten tus decisiones mientras se asumen las consecuencias, positivas y negativas, de dichas acciones.
Tras la muerte de uno de los adalides de la libertad, debemos seguir su ejemplo. Empecemos haciendo un acto tan subversivo como leer. Leer todo lo que caiga en nuestras manos, que sólo por eso ya estaremos enfrentándonos contra los censores.
Por la libertad, así como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida
(Don Quijote de La Mancha)