Al parecer el Gobierno de España quiere empobrecer aún más a la clase trabajadora española. Como subir los impuestos que nos afectan directamente tiene mala prensa, la ha tomado con la energía nuclear. Según la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la energía nuclear es mala y tiene que desaparecer de nuestro país. Algo insólito en el mundo ya que la Unión Europea la ha declarado energía limpia y todo buen analista afirma que, si un país quiere ser competitivo en el futuro, debe tener un porcentaje importante de su energía proveniente de energía nuclear. Pero aquí, como el verdadero objetivo de este gobierno es arruinar la competitividad española, han vuelto a cargar contra este sector subiéndole los impuestos.
Antes de hablar del nuevo sablazo que este Gobierno va a arremeter contra las Centrales Nucleares, déjenme darles un par de datos:
En un kilómetro cuadrado, los molinillos (energía eólica) sólo generan 12 GWh; la solar, en el mismo espacio, produce 72GWh. y la nuclear 14.492 GWh.
¿Cuánto trabajo genera en el territorio rural los parques eólicos y las fotovoltaicas? Ninguno. ¿Cuántos trabajadores xontrata una central nuclear en dichas zonas? Cada central nuclear genera más de mil puestos de trabajo de manera directa. Y estos datos son de la central nuclear más pequeña de España.
Podría pensar, estimado lector, que, al tener tanta mano de obra, el coste de producir energía nuclear es muy alto, pero nada más lejos de la realidad. Es más barata la energía nuclear que el resto de las energías alternativas.
Vayamos recapitulando, una central nuclear necesita menos espacio para generar muchísima más energía que las alternativas “verdes”. A su vez generan más trabajo en zonas que se han denominado “España vaciada”. Y por un coste menor. Todo indicaría que alguien preocupado por el medioambiente, las zonas despobladas y la economía, elegiría apostar por poner más centrales nucleares y permitir que produzcan. Nuestro Gobierno “social” dice que se preocupa por todas esas cosas, pero sus acciones demuestran lo contrario. Como por ejemplo subir la tasa ENRESA.
La consecuencia para el conjunto de los españoles de esta nueva subida de la tasa es que por cada MWh que se produce en una central nuclear, el gobierno lo encarece 28 euros. Para las arcas del estado supondrá 1566 millones de recaudación. Pero no lo va a pagar la central nuclear. Al ser más costosa la fabricación, los propietarios ya han indicado que trasladarán el coste a los consumidores.
¿Y saben por qué tenemos que pagar esta tasa? Por obra y gracia de Rajoy y Sánchez. Había una propuesta de cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca), pero como estaba dando mala prensa al Gobierno, Rajoy lo suspendió. Cuando llegó Pedro Sánchez a la presidencia en vez de retomar el proyecto obligó a cada central nuclear a tener su propio cementerio. Lo que ha supuesto un sobrecoste de 2.000 millones de euros. Vean con qué facilidad se gastan nuestro dinero los políticos. Este cambio de criterio ha supuesto un coste gigantesco al Gobierno de España y ninguna persona ha sido cesada o ha dimitido. Así que para recuperar ese coste se les ha obligado a las centrales nucleares a pagar la tasa anteriormente citada.
Este ataque indiscriminado hacia la energía nuclear ha supuesto que un sector económicamente rentable y que genera beneficios, se vea lastrado por los impuestos. Tanto es así que con la nueva subida las centrales nucleares podrían generar perdidas. Y eso es lo que busca el gobierno. Querían desmantelar la energía nuclear antes del 2030 y lo van a conseguir.
Todo esto hace que me pregunte ¿Qué ganan nuestros políticos empobreciéndonos?