Eso es, siempre me han gustado los lunes.
Seguramente será porque he tenido una profesión apasionante, -enseñante-, nunca han sido un problema para mí los lunes; todo lo contrario, siempre los he considerado como el principio de algo que aunque tuviera una parte rutinaria: todas las semanas igual: 1º A o 3ºB, 4º C …etcétera. la realidad era totalmente sorprendente, inesperada y diferente.
No tenía máquinas con quién trabajar, tenía personas que cambiaban si habían dormido o no, si llovía, hacía sol o viento, o calor, o frío, si les dolía una muela o si les hacía caso algún/a amigo o amiga importante, en fin, cambiaban esas personas y, por supuesto también cambiaba yo si me dolía una muela o si no había dormido suficiente o… ¡qué sé yo!.
El lunes era la puerta de una nueva semana con sus sinsabores, problemas, inquietudes, preocupaciones, algunas alegrías y demás pero, sobre todo con tanta vida…
No sé muy bien cómo seguir pero lo cierto es que vais a empezar una gran aventura y que aunque sea en miércoles, os deseo, de verdad que equivalga a un lunes de una semana infinita llena de sinsabores, problemas, inquietudes, preocupaciones, algunas alegrías pero sobre todo llena de mucha, mucha vida.
Os estamos esperando.