A principios de septiembre, Pedro Sánchez anunció tres medidas para luchar contra la subida de los precios de la vivienda. Dos de ellas ya las desgranamos aquí y se argumentó su ineficacia. La tercera de las medidas es la que más va a costar a los contribuyentes españoles y su único resultado será tensionar el precio en zonas rurales.
El Gobierno ha decidido subvencionar con 10.800 euros la compra de vivienda por parte de los jóvenes en municipios de menos de 10.000 habitantes. Según el gobierno esto es para que los jóvenes se marchen de las grandes ciudades y vayan a municipios “rurales” gracias al teletrabajo. Sobre el papel, es una medida bonita, pero como dijo Homer Simpson: “En teoría funciona hasta el comunismo”, lo que quiere decir que el papel lo sostiene todo, pero la realidad es bien distinta.
Vayamos paso a paso a mostrar lo que ocurre con esta idea del gobierno y por qué no va a funcionar:
- Tras la pandemia se tuvo la esperanza de que el teletrabajo se popularizase, pero el mismo Gobierno de Pedro Sánchez, bajo la tutela de Yolanda Díaz (ministra de trabajo), se encargó de boicotearlo con la ley del Teletrabajo. Esta regulación incrementaba los costes a los empresarios si tenían trabajadores en teletrabajo. Antes del COVID el porcentaje de trabajadores que teletrabajaban eran del 4% de los ocupados, ahora es del 7% (somos el quinto país con menor teletrabajo y el primero entre los grandes). El leve incremento es menor al de la media europea, y se debe a: reducción de la población ocupada y a los autónomos. Esto indica que el número de personas que pueden ser beneficiarias reales de esta medida son una minoría y si nos quedamos con los menores de 35, el porcentaje se reduce.
- Las estadísticas proporcionadas por el Gobierno dicen que teletrabajan cerca del 15% de los ocupados. Falso. Dicen que son teletrabajadores aquellos trabajadores a los que se les permite trabajar desde sus casas un día o varios a la semana, pero la mayor parte de la semana deben estar en la oficina. Eso no es teletrabajar, es flexibilidad laboral. Por lo que si los trabajadores están atados a un puesto fijo ¿quién se marchará a kilómetros de su puesto de trabajo? Si miramos el mapa de las ciudades tensionadas (Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Valencia o Sevilla), irse a un pueblo de menos de 10.000 habitantes supone una inversión de tiempo de traslado muy grande.
- La red de transporte público es cada vez más deficiente en grandes ciudades (Madrid o Barcelona) y muchas veces inexistente o simbólica (Zaragoza, Valencia, Murcia, etc..). Lo que incrementa el coste de trasladarse a esos sitios con un trabajo en las grandes ciudades.
- La principal razón por la que los jóvenes no se marchan a zonas con menos habitantes es la falta de alternativas socioculturales. No el precio de la vivienda.
Por estas cuatro razones, la medida del gobierno no ayudará a reducir la tensión de los precios en las grandes ciudades, ni a redistribuir a la población. Esto ya provoca que la medida sea ineficiente, pero aún es peor. Esta ayuda facilita la compra a jóvenes, es decir, incide en la demanda. Si en un mercado, la oferta es la misma pero la demanda se incrementa, los precios tienden a subir. Cuando se ponga en marcha esta medida, más jóvenes de 35 años irán a comprar casas a esos municipios, no porque esos jóvenes vengan de grandes ciudades, sino porque ya viven ahí (con sus padres o de alquiler). Lo que, aunque no sea tan dramático como en Madrid o Barcelona, provocará un encarecimiento del precio de las viviendas.
Resultado de esta medida: no habrá redistribución de la población, incrementará los precios en las ciudades de menos de 10.000 habitantes y será un coste para el erario público. Me pregunto ¿alguien piensa en estas medidas o dicen lo primero que se les pasa por la cabeza?