José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

El melón de los funcionarios

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
14 de Enero de 2024
Guardar
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Cuando se habla de los funcionarios tenemos que partir de la base de que hay muchas clases de funcionarios y no tenemos que meterlos a todos en el mismo saco. Esta aclaración es necesaria debido a que ninguna generalización es buena, pero menos cuando estamos hablando de trabajos tan dispares como los que se desempeñan en las Administraciones Públicas. A su vez, no es lo mismo ser funcionario del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades Locales. En definitiva, en este párrafo me he ganado la enemistad de todos aquellos que, con trazo grueso, solucionan los problemas de ineficiencia del sector público despidiendo a los funcionarios.

En las últimas semanas han llegado dos noticias totalmente distintas sobre cómo, con sistemas de incentivos y de multas, se puede conseguir mejorar la productividad de los funcionarios.

La primera de ellas la encontramos en el Ayuntamiento de Zaragoza. Para agradecer los servicios prestados, este ayuntamiento va a dar un bonus a los que se jubilen si no han sido apercibidos en los últimos veinticuatro meses.

La segunda de las noticias es el Real Decreto sobre la Función Pública aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en diciembre del 2023. En este decreto se genera un comité para evaluar el desempeño de los funcionarios. Este comité puede sancionar a los funcionarios que no cumplan con su labor. Es cierto que este comité evaluador y sancionador aún no se ha formado. También hay que tener en cuenta que las sanciones no tendrán validez los dos primeros años.

Dos medidas totalmente distintas destinadas a un mismo objetivo: mejorar el sector público. Una búsqueda muy loable. Ambas señalan una verdad que todos los que hemos tenido que hacer burocracia sabemos: se pueden mejorar los servicios públicos. Y, sin embargo, ambas tienen más efectos negativos, o perversos, que beneficios.

Respecto a Zaragoza nace la idea de ¿Por qué se debe beneficiar a alguien por hacer su trabajo? Además ¿Ser sancionado es sinónimo de hacer mal el trabajo? Es normal recibir quejas cuando se ha de estar de cara al público ¿Son esas quejas sinónimo de mal trabajador?

Y sobre las sanciones a los funcionarios según el Real Decreto ¿Por qué sólo sanciones? Cuando se escoge la carrera funcionarial los individuos saben que van a tener una remuneración menor que los que han decidido irse a la empresa privada, pero a cambio ganan en seguridad. Un principio económico básico: a mayor seguridad menor rentabilidad ¿Qué ocurre si cambiamos ahora las reglas de juego? Si se incorporan sanciones también deberían incorporarse premios o bonus por esa labor superior a lo que se debe hacer. Y ahí vamos a otro problema. La experiencia demuestra que cada vez que se han incorporado bonus a los funcionarios en países europeos se crean efectos perversos. En definitiva, se pagan los bonus pero no se mejora, en su conjunto, la eficiencia del sector público.

El tema de los funcionarios es muy complejo. No se arregla con sanciones o bonus. Debe tratarse desde una visión integral. Tenemos que preguntarnos:

¿Es necesaria tanta burocracia?¿Existen duplicidades?¿Se pueden conseguir sinergias entre administraciones?¿Tiene el Estado que encargarse de todas las cosas de las que se está encargando?

Cuando era pequeño me ponían la película “Las XII pruebas de Astérix”. La octava prueba era encontrar el formulario A-38 en la Casa que Enloquece. No era más que un trasunto de las burocracias absurdas que existen en la administración. Recuerdo que era la parte que más me aburría. Ahora, es la que más miedo me da. No pongamos el foco en los funcionarios de la Casa que Enloquece, pongamos el foco en ¿Es necesario el formulario A-38?¿Y el A-39?¿Y la circular B-65?

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante