Menos política y más Barbastro

Fernando Jesús Arilla
20 de Agosto de 2023
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Más Barbastro y menos política
Más Barbastro y menos política

La ultraderecha excluye, prohíbe y vigila. [...] Lo que quieren es excluir, inculcar ideas represivas y vigilar a la sociedad [...], derogar libertades y derechos. [...] Imaginen cuántos derechos podrán destruir en cuatro años. [...] Si siguen prosperando estas ideas de ultraderecha, esos derechos y libertades que tanto costó conseguir, pueden verse seriamente en peligro

A nombre de la justicia social y de la izquierda se ha venido asesinando impunemente desde 1917 hasta la fecha. La izquierda mata, bajo los nombres y los títulos nobiliarios que se le quieran asignar, la izquierda es asesina

Con pocos días de diferencia he podido leer los entrecomillados que preceden a estas líneas en distintos medios de comunicación. El primero en un artículo titulado “La ultraderecha”, en este mismo diario.

No sé si inocentemente, pero uno, que lleva ya varias décadas interesado y más o menos implicado por y en la política, siempre había pensado que las personas están por encima de todo y que las ideas son distintas interpretaciones para llegar al fin último, que no debe ser otro que el servicio a las personas; a todas.

Las frases reproducidas al inicio de este artículo adolecen del mismo mal: la desmesura y el dogmatismo. Bien es verdad que la que hace alusión a las pulsiones asesinas de la izquierda se debe a la mano de una cubana, Zoé Valdés, por lo que tampoco hablará a humo de pajas.

Las que hacen alusión a la ultraderecha se deben a la mano de una concejal del ayuntamiento de Barbastro, la señora Cancer. Zoé Valdés es escritora y, aunque no serán pocos los que se vean representados en sus palabras, hay que entender la hipérbole como un recurso literario más. En todo caso, se la puede dejar de leer.

El artículo de la señora Cancer es, por maniqueista y zafio, impropio de su persona y, lo que es peor, indigno de un representante público. Llega a decir que hay concejalías que pretenden prohibiciones sobre “como ir vestido de forma decente o indecente según su perspectiva”.

Hablar en términos etéreos como “ultraderecha” no esconde su intención de señalar a partidos políticos, como Vox y, por tanto, a las personas concretas que, circunstancialmente, lo están representando en las distintas instituciones con la misma legitimidad con la que usted lo hace.

Cualquiera puede entender como lícita y necesaria la crítica política, pero no la categorización de las personas y/o organizaciones políticas. No todas las personas digieren lo que leen o escuchan de la misma manera, por lo que señalar a un contrincante político diciendo que pretende excluir, eliminar derechos y que es un peligro para todos, hace flaco favor a la convivencia. Su artículo le hace a usted responsable de algo más que sus propias palabras.

Hablemos de políticas y no de política. Viene su iracundia a contestar el pacto firmado por Vox y PP para gobernar el Ayuntamiento de Barbastro y la Comarca del Somontano. Sí, ese que dijeron desconocer tanto ustedes, En Común Cambiar, como el PSOE, en un pleno municipal recientemente celebrado, y que tanto les inquietaba por desconocido, pese a haberse publicado, bastantes días antes en, al menos, dos medios de comunicación escritos.

De la puesta en marcha de un “Punto de encuentro familiar”, de una ludoteca permanente durante todo el año, de una oficina para tramitar el DNI, de la creación de un servicio de atención al ciudadano, de tener las escuelas de música, danza e idiomas en el centro de la ciudad, de la construcción de pistas deportivas para que los chavales puedan jugar o, por ejemplo, de hacer un memorial para todas las víctimas de la guerra civil, señora Cancer, ¿qué parte le parece más peligrosa, liberticida y excluyente?

Estoy seguro de que encontrará usted momentos para ocuparse también de Barbastro y no sólo de la política. Incluso de la Comarca del Somontano, en cuyo último pleno tuvo usted la oportunidad de hacer alguna de sus interesantes propuestas. Lástima que no estuvo presente. Mire, los más jóvenes no lo conocerán, pero esto lo explicaba muy bien Emilio Aragón en uno de sus programas televisivos: “Menos samba e mais trabalhar”.

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