Hoy, 25 de octubre, es el día en que Aurora Gabarre Lardiés cumple los años que le permiten jubilarse. La jubilación será efectiva el próximo 31 de octubre, y yo sin esperar a esta fecha me siento moral y afectivamente obligada a dedicarle este personal escrito.
Es seguro que recibirá el merecido reconocimiento por parte de los compañeros de su centro de trabajo, el Conservatorio Profesional de Huesca “Antonio Viñuales Gracia”, pero además debería recibir otros muchos homenajes por parte de las personas que hemos tenido la suerte de pasar nuestra vida cerca de ella. Yo soy una de esas personas afortunadas, y como además me parece mal que se hagan honores cuando los que los tienen que recibir ya no están entre nosotros, voy a utilizar estas líneas para subsanar esa costumbre, al menos en este caso.
Aurora, carácter duro, estricto e inflexible, herencia familiar ligada a la montaña que tanto ama, en ocasiones incomprendida, pero que yo, que la conozco mucho, puedo asegurar que es la persona más generosa, leal, sincera, trabajadora, honrada, dispuesta, consecuente…, con la que he tenido el placer de relacionarme a lo largo de más de 50 años.
Su vida profesional ha estado dedicada al conservatorio desde sus inicios, formando parte del Equipo Directivo y llegando a ser su directora durante tres años, y siempre a disposición del mismo.
Pero aparte de su vida profesional hay que destacar la dedicación a su familia tan amplia y su faceta social, siempre luchando sin descanso a favor de los más desfavorecidos desde todos los ámbitos. Sorprende la capacidad para abarcar tantos aspectos de su vida no solo por la cantidad sino por la calidad. En todos los terrenos pone toda su energía para conseguir lo mejor, sin que nada le frene y sin que las dificultades le hagan retroceder o desanimar. Precisamente finalizar la vida laboral le permitirá desarrollar la faceta social en mayor medida.
Podría escribir folios enteros hablando de Aurora, y más si me dedicara a poner lo que significa para mí y para mi familia esta persona, pero como eso queda en el ámbito estrictamente privado, no voy a hacerlo. Lo que voy a hacer es finalizar y para eso voy a agradecerle públicamente el contarme dentro de su enorme círculo de amistades.
Alguien me dijo una vez: jubilación significa júbilo y acción. En el caso de Aurora seguro que será así.