Ángel Morán

Movistar pasa de los pueblos y la gente de Huesca

03 de Diciembre de 2025
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Movistar pasa de los pueblos y la gente de Huesca
Movistar pasa de los pueblos y la gente de Huesca

Vivir en nuestro querido Pirineo aporta en muchos momentos paz y bienestar. Sin embargo, en bastantes otros supone aguantar graves inconvenientes derivados de las deficientes infraestructuras que soporta el norte de la provincia como premio a su deprimida demografía. Las copiosas inversiones europeas que riegan el llano para cohesionar las vidas de los ciudadanos se olvidan de la realidad diaria que soportamos los vecinos que reivindicamos mantener nuestra puerta abierta al futuro. Tenemos derecho.

En esta pelea continua Movistar es un ejemplo de empresa que nos niega el desarrollo sostenible. Bajo el paraguas publicitario de buen servicio y desarrollo tecnológico puntero se esconde una compañía a la que nada le importan las gentes de la montaña. En Ipiés, y en un buen número de pueblos de nuestra geografía se acometieron hace un montón de años instalaciones basadas en radio frecuencia. Según se nos dijo ofrecería un nivel de cobertura perfectamente apropiado. Nada más lejos.

No funcionó en un principio y menos ahora que hace tiempo que quedó obsoleto. Perdemos toda comunicación si en verano hay incendio, si en otoño truena, si en invierno nieva o con las tormentas de primavera.  Cualquier contingencia es buena para que el mundo siga adelante mientras nosotros somos una isla inconexa. En el momento que escribo LLEVAMOS VARIOS DÍAS AISLADOS. Eso significa que ni puedes llamar, ni recibir correos, ni mandar wasaps ni que te los manden. Para resolverlo te armas de paciencia, coges el coche o andando te subes al monte a comprobar dónde vuelve a haber conexión. Llamas al 1002 y si tienes suerte anotan la incidencia no sin antes esperar bajo el agua, el frío o el calor. Graciosísimo cuando te piden que reinicies el router y que les digas si las lucecitas parpadean porque igual estás a un kilómetro. Para entonces ya no sabes cómo explicar que de estar en casa no podrías estar hablando con ellos.

A veces la persona que te atiende cree que eres un viejo decrépito y amablemente se pone a explicarte que mire usted, una cosa es la telefonía y otra el wifi y que gracias a los datos ilimitados que la Compañía le compensa momentáneamente se resuelve todo. Entonces es cuando respondes que al menos en el Alto Aragón no es así, que estás harto, que no solo quieres llevar razón, sino que te la den y que alguien se ponga ya a hacer algo para que no se repita. Si viniera un técnico no podría ni avisarte para saber dónde está tu casa, pero es que nadie te comenta en qué momento puede llegar. Si la realidad siempre supera la ficción, este es uno de esos casos.

Lo de Movistar tiene miga. Caso de que ante una avería hayas conseguido enviarles un wasap tampoco eso es buena noticia. Se limitarán a comunicarte por escrito que están trabajando en ello y punto. Si al día siguiente o dentro de cinco días vuelves a solicitar información te reenvían idéntico mensaje diciendo algo que lo sienten lo que es plenamente falso. Y como ya has reclamado despídete de que te coja un operador. Si llamas solo consigues hablar con una máquina que te repite que estás contra un muro y corta. Nadie da la cara, nade responde, nadie compromete un posible plazo para solventar el problema y, por supuesto, nadie informa de que si lo solicitas están obligados a devolverte el dinero en la siguiente factura. Nada de nada.

Nosotros tenemos una casa rural, necesitamos estar comunicados para recibir y para que nuestros huéspedes puedan estar como se merecen. Como el resto, tenemos que resignarnos al silencio más espeso, pero eso igual les da. A esta empresa no le importa que tengamos una urgencia sanitaria, que haya programada una cita telefónica de especialista o que un repartidor traiga un paquete que necesitamos. Deben pensar: allá ustedes, váyanse a vivir a una gran ciudad y no tendrán problemas.

A Movistar le pedimos que no ignore a la gente que pagamos el recibo y que no se plantee vivir ignorando lo que he expuesto con la excusa de que somos pocos y no es rentable invertir. Exigimos respeto, respuestas y soluciones…y las queremos ya. 
A nuestros responsables políticos que tomen cartas en el asunto y que no se inhiban. El discurso de apostar por la España vaciada para ganar votos no se sostiene sin una tarea de lograr mejoras reales para que la gente pueda seguir viviendo dignamente aquí. Lo contrario es el desierto. Juzguen ustedes.

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