Nicolás Redondo y sus servicios a la democracia

Bancario, marketing
16 de Septiembre de 2023

Conocí personalmente a Nicolás Redondo hace años, cuando impartió una magnífica conferencia en el salón de actos CAI de Paseo Independencia de Zaragoza, en el marco de un ciclo dedicado a la LIBERTAD y sus condicionantes o limitaciones.

Él explicaba en su exposición los límites a la libertad en su País Vasco, en plena vigencia del terrorismo etarra, del que él mismo era objeto con frecuentes amenazas contra su vida.

Tras la conferencia compartimos mesa cenando con el patrocinador de las conferencias. Me pareció un político valiente, que asumía errores, que tenía claros los límites por la democracia y que incluso no parecía estar muy de acuerdo con la dictadura interna de los partidos y sus límites a la libertad de expresión interna y externa  de los militantes.

También nos comentó las dificultades creadas por otros políticos vascos tras su salida de la política activa y su vuelta al ejercicio del derecho, su profesión. Incluso renunció a una excelente oferta de un grupo empresarial nacional, que quería integrarlo en su estructura,  para evitar que las amenazas vertidas por algunos dirigentes de otras formaciones en su tierra, perjudicaran a las empresas de ese grupo.

Me pareció un político coherente con sus principios. Dimitir cuando no estas de acuerdo con lo que se supone que tienen que acatar, es un ejercicio de libertad personal que dignifica al que toma esa difícil decisión.

Ha seguido y sigue fiel a esa libertad de expresión personal, aunque en muchas ocasiones ha molestado a la línea oficial de comunicación del partido que ahora lo ha expulsado.

Como suele decirse, "cuando todos piensan lo mismo, es que se piensa poco". Las diferencias de criterio deberían enriquecer el debate y obligar a escuchar argumentos distintos, especialmente cuando la trayectoria personal avala una determinada capacidad para enjuiciar decisiones tomadas, anunciadas o posibles, que no coinciden con los principios fundamentales del partido en el que militas y al que has dedicado gran parte de tu vida, con riesgo de perderla durante años.

No me parece justa la decisión, ni acertada, ni lógica ni conveniente. ¿Expulsarán a González, Guerra, Elorza, Lambán, Page y tantos otros que ya se han posicionado en contra de una posible amnistía?

Nicolás Redondo no va a recurrirla, parece que la acepta y que no le preocupa salir de su partido porque no lo reconoce ahora. Su expulsión es un aviso a navegantes en un momento crítico, en el que la opinión de quienes durante años refundaron el partido, lo hicieron importante y contribuyeron a la evolución histórica de este país resulta molesta.

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