Un año más, nos reunimos en este lugar donde hace 22 años criminales terroristas de ETA arrebataron la vida de Irene y José Ángel, su juventud, sus ilusiones y amor de servicio a la sociedad como Guardias Civiles, igual que a otros cientos de víctimas del terrorismo en nuestro país a los que no olvidaremos jamás.
No olvidamos la tragedia de la muerte de Irene y José Ángel aquel 20 de agosto del año 2000, el sufrimiento y el sacrificio de sus familias, de sus compañeros Guardias Civiles, del Pueblo de Sallent de Gallego y la sociedad de bien.
La responsabilidad de los terroristas y afines que les apoyan, jalean y alientan sigue existiendo, en la actualidad ETA no mata, pero no deja de existir, no se han disuelto, no han entregado las armas ni se han puesto a disposición de la justicia ni colaboran en ninguna causa. Eso olvidan algunos dirigentes de la clase política, con la intención de pasar página al precio que sea y ocultar la historia real de ETA, haciendo que las peticiones de las víctimas del terrorismo reivindicando Justicia Plena, pasen a ser irrelevantes y silenciadas. ¿Dónde quedaron las manifestaciones de condena y repulsa que hacían? El dolor no se borra tratando de enterrar la memoria de todos los que han sido asesinados y afectados por las acciones terroristas.
Las víctimas también estamos dolidas ante situaciones que son causa de queja, cuando a terroristas y afines se les siguen rindiendo homenajes públicos como héroes de sus pueblos, se les concede todo tipo de trato favorable y las constantes peticiones políticas y sociales que reivindican. “Previas a una libertad encubierta”. Que consideramos, grandes penas, leves condenas. Por lo que desaparece, la esperanza de una reparación justa, a los que dieron la vida por la libertad de todos.
Por ellos, actos como el de hoy aquí en Sallent de Gállego son muy importantes para dignificar el recuerdo de todas las víctimas. A todos los que nos acompañáis y queréis estar aquí mostrando una vez más vuestra solidaridad y afecto, en nombre de las familias de Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas y personalmente como víctima del terrorismo, nuestro agradecimiento, también, por no olvidar a todos los que dieron su vida por España.
(Discurso de Pascual Crespo, víctima del terrorismo, en el homenaje de Sallent de Gállego a los dos jóvenes guardias civiles asesinados el 20 de agosto del año 2000)