José Torres Remírez. Hoy, el SMI

Preferencias electorales: 12 km

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
06 de Julio de 2025
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José Torres Remírez. Hoy, el SMI
José Torres Remírez. Hoy, el SMI

El votante no es indescifrable como la mayoría de politólogos piensa. La gente vota en función de sus preferencias, personales y económicas. En las personales no pienso entrar, pero se resumen en filias y fobias. Sin embargo, de las económicas, sí que tenemos que hablar y hacer una introspección. Porque muchos de los males que vive actualmente nuestro país, son culpa de nuestras preferencias.

En el caso de Huesca, está bien clara la preferencia: acabar la autovía del “Camino Catalán”. Esta infraestructura que une Lérida con Huesca está inacabada por unos míseros doce kilómetros. Se empezó la construcción hace más de veinte años y en todo este tiempo ningún gobierno (Zapatero, Rajoy y Pedro Sánchez) ha sido capaz de poner los medios para construir una vía de poco más de 100 kilómetros. Sin embargo, a la hora de votar ¿qué se le ofrece a los oscenses? Acabar esta autovía y alguna que otra mejora más. Y con esto, ya tienen los partidos políticos el guion para venir a Huesca.

Aunque no sólo en Huesca ocurre esto. Cada provincia tiene su “infraestructura deseada”, en Extremadura el tema del tren, en Murcia la llegada del AVE a Cartagena y así suma y sigue. Dejando de lado los temas verdaderamente importantes para que una sociedad sea próspera y tenga futuro.

Esta semana ha sido la huelga de jueces sobre la nueva ley que quiere aprobar e implementar el gobierno de Pedro Sánchez. Ha pasado sin pena ni gloria por los telediarios y las tertulias, y las pocas voces que hablan de ella son siempre en términos partidistas. Es cierto que es un tema farragoso y se debe invertir tiempo en entender qué conlleva la reforma. Cuando la explican especialistas en legislación y en el sistema judicial español te das cuenta de que no es más que un intento chapucero de eliminar el tercer poder del estado. No significa que ya no va a existir la justicia, sino que la justicia estará politizada. Pero al votante medio ¿le importa eso?

El votante medio evalúa en qué le afecta y descubre que su vida no va a cambiar en nada, en el corto plazo. Y he ahí el problema de nuestro país.

El Instituto Juan de Mariana ha publicado un informe sobre la seguridad jurídica en la Unión Europea. España es el vigésimo país. Y no porque otros tengan mejores sistemas que el nuestro, que los tienen, sino porque llevamos años destruyendo la justicia. Los ejemplos son obvios y palmarios.

Junto con todo esto, la inversión extranjera en nuestro país está cayendo. Las propias empresas españolas prefieren invertir en su crecimiento fuera de nuestras fronteras. El porcentaje de personas con cuentas en bancos fuera de España está en máximos desde antes de la crisis del 2008. Y todo esto por la falta de seguridad jurídica que se ha institucionalizado.

Los votantes prefieren una carretera, una subvención o cualquier prebenda que puedan cuantificar, pero lo verdaderamente importante para la supervivencia de un país a largo plazo son los intangibles como la justicia. Se podrán tener las mejores carreteras del mundo, que sin justicia no habrá economía, ni futuro. Bueno, futuro sí habrá, pero muy parecido al que había en Argentina antes de la llegada de Milei, al mismo futuro que hay en Colombia, México o Bolivia: pobreza y emigración.    

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