José Martín-Retortillo

Puerta del Pirineo

29 de Agosto de 2022
Guardar

Como con Roma, todos los caminos llevan al Pirineo, la cordillera más hermosa de todas las que existen. Huesca es la puerta del Pirineo, y muchas otras provincias y localidades hacen también gala de ello, pero en la ciudad oscense hay un joven barrio y un hermoso parque con el nombre de puerta del Pirineo junto a la avenida Pirineos.

El Parque fue diseñado por Manuel Ferrández, a la sazón ingeniero municipal de parques y jardines de Zaragoza, con notable maestría y entendimiento en el manejo de los árboles, en una actuación urbanística señera de colaboración institucional y gestión exterior sobre los antiguos terrenos de la industria de Albajar.

En el parque iba algo que quedó en amago, un monumento a la Tolerancia, con un espacio de olivos, cipreses y almendros; tolerancia recordatorio fallido de la idealizada e histórica convivencia de cristianos, judíos y musulmanes que devino al fin en un terrero para la infancia. Si no valoramos la tolerancia, en su sentido histórico español, menos lo haremos con la Fraternidad, tan francesamente revolucionaria, que apenas llega a completar la triada de la igualdad necesaria (ante la ley) y la libertad (tan precisa garantía de derechos). Y menos de la Concordia tan francesa también. Pero en ese parque, con su huerto y su pequeño torreón, colocaron un busto de Willy Brandt, persona de lo mejor de la socialdemocracia europea, cuando partieron su ciudad de Berlín en la guerra fría, con el comunismo de Stalin mediante, al que nunca le faltaban argumentos, ni razones, pero la gente, bien vigilada por la Stasi, solo huía en un solo sentido, de un lado a otro. Willy Brandt anduvo como joven periodista por las cercanías de Huesca, durante la guerra civil, tan poco fraternal y tolerante, y tan recordada para la industria de la memoria llamada histórica, o democrática y que sirve de toque de cornetín para remover militancias siempre en el mismo sentido.  

Pero hay un testimonio más crudo y realista como el monumento a las víctimas del holocausto y de los campos de exterminio, que lo bajaron desde el casco histórico, como si estorbara allí, al nuevo parque. Todo el barrio, de un trabajo coordinado ejemplar era el espacio de las industrias Albajar, apellido de una saga familiar ilustre, que tanto hizo por emprender y engrandecer la actividad, el empleo y varias piezas de la ciudad oscense. Cosas todas ellas que me parece oportuno reconocer, no sea que haya quien crea, con mentalidad de secano, que las cosas caen del cielo, como si fueran una lluvia benefactora.

Huesca es puerta del Pirineo, debe serlo, sin perjuicio de que lo sean, en Aragón, ciudades como Graus, Ainsa, Jaca o cualquier otra, porque el pirineo oscense, aragonés, es una parte importante, en su vertiente sur, pero una parte de toda una magnifica cordillera. El efecto Fohën hace que la lluvia quede al norte de la montaña y al sur venga el aire secativo; así Francia es verde y húmeda y España amarilla y mucho más seca, por simplificar un poco la geografía.

El Pirineo, Huesca para arriba, es mucho más que el esquí y el montañismo con ser importantes y generadores de riqueza y conocimiento, es ganadería, es turismo, es actividad, es lucha contra la incomunicación, es comercio, es artesanía. Son valores, tradiciones, paisajes, derechos, lugares magníficos e identitarios. Huesca para abajo es agricultura, es secano y es estepa, es regadío con el agua de la escorrentía pirenaica bien regulada y es su enorme complemento en un territorio extenso y sumamente valioso como el panorama de los Monegros.

Lo de Puerta del Pirineo me hace pensar en toda la suerte y toda la responsabilidad de un territorio maravilloso que se debiera fomentar todavía y cuidar mucho más. Hay pueblos por recuperar, casas singulares por mantener, comunicaciones por hacer y por mejorar y todo ello, valorando lo que se tiene, -que es mucho-, valorando digo, el enorme esfuerzo de las generaciones pasadas. La puerta del pirineo, con mayúscula o con minúscula, es una referencia fundamental, irrenunciable, un paso, una bienvenida y un destino que merece muchos más caminos.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante