Yolanda Díaz es, de lejos, de las peores ministras de Trabajo que ha tenido la democracia española. No sólo ha destrozado las estadísticas de empleo al crear los “fijos discontinuos”, sino que ha destrozado los mercados laborales del futuro. Recordemos que la ley de “riders” ha sido una catástrofe que ningún colectivo de ese sector quería. Posteriormente, tras la crisis del COVID las empresas estaban apostando por el teletrabajo, pero la injerencia de Yolanda Díaz destruyó todo eso y ahora somos el país de la Unión Europea en el que menos ha crecido el porcentaje de teletrabajo comparado con el 2020.
Podríamos seguir todo el día. Con cada decisión tomada desde el ministerio de Díaz el mercado laboral se ha resentido y hemos creado más paro (o reducido el crecimiento de contrataciones). Sin embargo, lo que Yolanda Díaz ha llevado por bandera ha sido el incremento del salario mínimo profesional.
El salario no es más que la traslación, en unidades monetarias, del valor añadido que genera un trabajador. Se puede explicar teóricamente de mil maneras, pero la más sencilla es llevar el argumento de la subida salarial hasta sus últimas consecuencias. Hace una semana se publicó que, en Estados Unidos, uno de cada tres americanos cobra más de 150.000 euros. Para no quedarnos nosotros atrás, subamos el SMI hasta los 150.000 anuales ¿a cuántos de nosotros nos contratarían? No hace falta que respondan.
Desde la llegada al poder de Pedro Sánchez y, sobre todo, desde la llegada al ministerio en enero del 2020 de Yolanda Díaz, el SMI no ha dejado de subir. Subidas que, como antes he dicho, han tenido un efecto negativo en el mercado de trabajo. Los técnicos del Ministerio de Trabajo no son tontos, al contrario, son gente muy bien formada. Y los asesores de este gobierno, entre todos, alguno tiene que haber con un mínimo de inteligencia, que compruebe que estas subidas son perjudiciales para la economía española. Por lo que, excluida la ignorancia, sólo queda la hipotesis de que este gobierno es malvado y quiere destruir la economía española, pero ¿para qué?
Hay una frase popularizada tras la película “Todos los hombres del presidente” (1976) en la que garganta profunda dice: sigue el dinero. La nueva propuesta de subida de SMI incrementa el salario, pero también las cotizaciones sociales. En concreto cada mes, por cada trabajador, el Estado ingresaría 36 euros más en cotizaciones, lo que hace que al año sean 504. Parece poco pero si en España hay dos millones de personas cobrando este salario, eso significa un incremento 1.008.000.000 euros más al año. Es cierto que esta subida destruirá empleo, pero los cálculos plantean que sólo se destruya un 2% del empleo, lo que dejaría al estado, en el 2026, con más ingresos por cotizaciones que en el 2025. Es cierto que 40.000 personas se quedarían sin trabajo, pero eso, al parecer, no importa a la ministra de trabajo.
Adicionalmente, recordemos que este año, in extremis, se subió la renta mínima para presentar la declaración de la renta. Con esta subida del SMI que se plantean, el salario mínimo anual rondaría los 24.000 euros. Y aquí, sí que no habrá posibilidad de evitar que el SMI no pague IRPF, por lo que al final, más dinero entrará en las arcas del estado gestionadas por María Jesús Montero.
El SMI y sus subidas han sido algo negativo para los trabajadores. El SMI y sus subidas han beneficiado, sólo, al gobierno de Pedro Sánchez.