A casi doscientos días del acuerdo de gobierno con el que PP y VOX iniciaron su romance en Aragón, Azcón ha decidido entregarles un regalo de aniversario anticipado: la derogación de la Ley de Memoria Democrática. La medida se suma así a una larga lista de cesiones que el PP ha ido concediendo al partido ultra.
Verdad, justicia y reparación eran los principios en los que se basaba la norma que Azcón ha decidido eliminar como favor a sus socios. Principios que no son ideológicos, sino un derecho democratico de la ciudadanía. Una muestra de que podemos cerrar las heridas y seguir adelante no a través de negarlas, sino de reconocerlas y superarlas conjuntamente, como sociedad. Con la derogación de la norma desaparecerá el Centro de investigación de la memoria democrática o el censo con información de los desaparecidos y víctimas de la guerra civil y el franquismo, además de que no será necesario comprobar la veracidad de los currículos educativos. Eliminar todas estas medidas no se puede entender desde la lógica de un partido supuestamente “de estado”, sino que solo puede ser explicada por el afán vengativo de parte del gobierno aragonés.
Este espíritu revanchista ya lo demostraron cuándo iniciaron los trámites para la derogación de la norma el pasado “20N” o el último fin de semana, cuando Natalia Chueca -heredera de Azcón en Zaragoza- permitió que se celebrarán homenajes franquistas en dependencias municipales del cementerio de Torrero con total impunidad.
Lamentablemente, otras muchas de las acciones del ejecutivo aragonés han seguido esta misma lógica. En apenas un par de meses, los diferentes gobiernos de PP-Vox en nuestra comunidad han sumado a su cruzada la eliminación del festival Periferias, la persecución al aragonés y al catalán o el cierre del Centro de Arte y Tecnología Etopia. No persiguen hitos de izquierdas ni de derechas, al gobierno aragonés solo le ha preocupado acabar y mutilar a todo aquello que no encaja en su demoledora agenda ultraliberal y reaccionaria.
Desde Verdes Equo Aragón pedimos a Azcón que recapacite sobre sus prioridades. Nuestra comunidad ya ha sufrido muchos daños, pero si su “idilio” con Vox continúa, las consecuencias pueden ser terribles. La reforma de la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de Aragón, prometida por Azcón a Nolasco en sus votos nupciales del 4 de agosto, puede ser la siguiente. Al ritmo actual, antes de que acabe la legislatura les habrá dado hasta el trasvase del Ebro.
En la campaña electoral, el ahora presidente prometió poner a Aragón “por encima de todo”. Desde Verdes Equo no sabemos si le puede pedir tanto, pero sí sería deseable que de vez en cuándo pensará en las y los aragoneses. Hasta ahora ha estado más pendiente de lo que pasaba en Madrid que en nuestra comunidad, pero eso no le ha salvado de dejar tras de sí un doloroso rastro de la mano de sus socios. Nadie quiere pasar a la historia como un presidente nefasto para su tierra, Azcón todavía está a tiempo de recapacitar sobre qué legado quiere dejarnos. A veces es difícil salir de las relaciones tóxicas, pero no por ello es menos necesario.