Como decíamos ayer… Tras más de cuatro años preso, Fray Luis de León, al regresar a su cátedra de la Universidad de Salamanca, retomó sus clases magistrales con esta frase que lo ha hecho casi tan célebre como su pensamiento humanista y su literatura, ojalá podamos decirla pronto como señal de que dejamos atrás estos tiempos inciertos que nos persiguen últimamente.
Decía Paul Auster: "Necesitamos desesperadamente que nos cuenten historias. Tanto como el comer, porque nos ayudan a organizar la realidad e iluminan el caos de nuestras vidas".
Sin ser exactamente un caos absoluto –ni mucho menos– la definición de nuestra situación actual se parece bastante al caos y a la incertidumbre, a lo ya comentado en el último número de la Revista, le sumamos las altas temperaturas, los incendios devastando España, las persistentes subidas de precios y ese "miedo" a consumir que los medios de comunicación nos venden sin compasión.
Toda esta acumulación de “malas noticias” debe invitarnos a seguir luchando con la mayor humildad posible, desde nuestros mostradores –nuestras trincheras cotidianas–, ofreciendo a nuestros clientes, como siempre, lo mejor de nosotros mismos y de nuestros productos. No es sencillo ser humilde porque para alcanzar esta escala se precisa grandeza.
¿Somos realmente buenos en nuestro oficio? SÍ LO SOMOS, y es el mejor referente y aval necesario para seguir el camino por más obstáculos que encontremos.
Hoy no toca hablar de carne, necesitamos que nos recuerden de nuestra importancia que nos hizo, nos hace y seguirá haciéndonos necesarios.
¡Y esto también pasará!
Feliz Verano y permitidme una nueva cita literaria también de Paul Auster: “El fútbol es un milagro que le permitió a Europa odiarse sin destruirse”, ¡ojalá los próximos conflictos se diriman en un campo de fútbol y no en uno de batalla!