Myriam Martínez Iriarte

Que si la maquinista tal, que si los viajeros cual, que si… Pascual

20 de Agosto de 2022
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El caso éste del incendio de Bejís, que sorprendió al tren de Media Distancia València-Zaragoza y se saldó con varias personas heridas por quemaduras, me tiene fascinada. Todos los días tenemos que asistir al debate sobre las personas responsables que pusieron en peligro a maquinista y viajeros.

Y mi estupor es máximo al comprobar, informativo a informativo, que los focos más grandes, los que al final terminan cegando e impidiendo ver, se ponen, precisamente, sobre los principales damnificados. Que si la maquinista dijo o hizo tal, que si los viajeros cual, que si… Pascual.

Parece que todo se centra en quién abrió las puertas del tren para que se bajasen los pasajeros, si uno de ellos o la maquinista, porque la gestión de los accesos y alarmas y la rotura de ventanas pudieron retrasar que el ferrocarril continuara su camino y pusiera a salvo a todos ellos.

Las declaraciones contradictorias, la versión de la maquinista, las palabras del sindicato de maquinistas, comunicados de Adif, de Renfe, filtraciones ¿interesadas? (claro, como cualquier filtración) de fragmentos de la investigación, bla, bla, bla…

Cada “bla”, en mi opinión, es un árbol que no nos deja ver el bosque. O un ladrillo que está levantando tal muro que oculta lo que hay al otro lado. Habría que retroceder al principio de la cuestión. ¿Pero qué concho hacía ese convoy en mitad de ese infierno? Nadie avisó a la maquinista ni a los pasajeros de que había un incendio, declarado ya la noche anterior, en la línea Sagunto-Caudiel-Teruel-Zaragoza. ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta de las proporciones que estaba tomando el fuego y alertara de ello? Imagina tu reacción, de haber ido en esa máquina, al encontrarte en mitad del humo y de las llamas.

¿En serio, vamos a cargar en si la maquinista hizo esto o los pasajeros aquello? Intentar poner a salvo sus vidas, eso es lo que hicieron, ya que se vieron colocados en una situación límite por alguien que, precisamente, no viajaba en ese tren. ¿Ninguna administración o compañía piensa dar un paso al frente y asumir la responsabilidad? No, no, claro, era una pregunta retórica. Aquí nadie asume nada, salvo que sea condenado y requetecondenado por un juez. Y a veces, ni aun así.

Renfe, Adif (Ministerio de Transportes), la Comunidad valenciana…No es que no se haya hablado de que hay que esclarecer qué entidad debía haber alertado sobre las proporciones del incendio e impedido que partiera este tren, pero, en la mayoría de las informaciones, esta cuestión se resuelve en un par de líneas para regresar, una y otra vez, a los comportamientos individuales de unas personas atrapadas en el fuego y en el pánico. Como siempre, a degüello con el eslabón más débil.

 

 

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