Si el Seminario se cae no será por estar su defensa como conjunto patrimonial sujeta a los tribunales, será a causa de una política de la alcaldía contraria al patrimonio e insensible con la opinión pública.
Si el Seminario se cae deberá responder el alcalde Luis Felipe de porqué durante más de cinco años se ha negado a sentarse a dialogar con las entidades patrimonialistas que defienden su integridad.
Si el Seminario se cae será porque no existe la participación ciudadana en Huesca. Que sepan los niños y las niñas de la ciudad que cuando sean mayores, con Luis Felipe –si sigue siendo alcalde y gobierna con los de su cuerda– no tendrán oportunidad de dialogar, no le gusta la gente crítica y menos si presentan o ventilan iniciativas sociales.
Si el Seminario se cae será consecuencia de los planes municipales de derribo para la mitad del conjunto que la Plataforma para la Defensa del Patrimonio ha tenido que enfrentar con recursos, alegaciones, escritos, oficios, informes periciales y tribunas en la prensa, merced a un tan fatigoso como irritante esfuerzo a lo largo de años de menosprecio del alcalde.
Si el Seminario se cae será por la arrogancia de un alcalde que desdeña altivo las recomendaciones del Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ICOMOS-España, asociado con la UNESCO y también de la entidad Hispania Nostra, que promueven la recuperación sin resquicios.
Si el Seminario se case será por ignorar alevosamente los convenios internacionales suscritos por España para proteger el patrimonio integrado arquitectónico, arqueológico y paisajístico.
Si el Seminario se cae será por la falta de liderazgo, capacidad resolutiva y voluntad política de un alcalde que no ha sabido gestionar los posibles usos del conjunto integral rehabilitado. Podría haber convocado un concurso de ideas a tal fin, pero el empecinamiento obnubila y desarbola la imaginación.
Si el Seminario se cae será porque Luis Felipe no tiene buenos consejeros, ni en el Ayuntamiento ni en la Dirección General de Patrimonio.
Si el Seminario se cae el alcalde deberá explicar a los ciudadanos para qué solicita a la Seguridad Social inmuebles sin uso y además tiene alquiladas dos plantas de la antigua Caja Rural, a precio de caviar de Beluga, cuando, al tiempo, quiere prescindir de la mitad de la propiedad de la plaza de la Universidad.
Si el Seminario se cae no será porque la Plataforma para la Defensa del Patrimonio esté politizada, todas lo están, es su esencia. Defender el patrimonio es hacer política, como también lo es defender la sanidad pública, la enseñanza, el empleo, los servicios sociales… Las plataformas son la expresión de la libertad y la conciencia crítica de la sociedad, ignorar el concepto o manipularlo torticeramente es darle la espalda a la ciudadanía.
Si el Seminario se cae Luis Felipe se habrá carcajeado de los cientos de vecinos y vecinas que lo han abrazado como riqueza histórica, arqueológica y urbanística de una ciudad a la que quieren sin mutilaciones, sin veleidades arquitectónicas inexplicadas por inexplicables.
Si el Seminario se cae no se habrán perdido fondos europeos puesto que ni siquiera han sido solicitados para empezar a actuar en las zonas protegidas. Se habrá perdido la onerosa inversión pública realizada en su día y una pieza fundamental de la personalidad histórica de Huesca.
Si el Seminario se cae la Diputación tendrá que explicar por qué rehabilita con ingentes cantidades la Cartuja de las Fuentes, o compra la casa de Costa en Graus, mientras consiente la depredación del monumento en esta ciudad.
Si el Seminario se cae la Universidad deberá responder por su inacción durante lustros y por el silencio cómplice de su Instituto de Investigación en Patrimonio y Humanidades, constituido para defender lo que a Huesca le niega.
Si el Seminario se cae quizá Luis Felipe se alegre, puesto que su propósito era derribar la mitad del conjunto, además podrá culpar a quienes abogamos por la conservación de los patios de los siglos XVI y XIX. Será una victoria inane, pero victoria, el triunfo de la prepotencia y el autoritarismo. La medida de sus expectativas en el debate ciudadano.
Si se cae el Seminario, en realidad será un fracaso colectivo, una decepción general, un desastre histórico. Todos habremos perdido, los que lo defendemos íntegro e incluso el propio y ensimismado Luis Felipe, aunque le cueste entenderlo a estas alturas.