José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Sin seguridad, no hay economía

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
24 de Septiembre de 2023
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José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Buenas vallas hacen buenos vecinos. Esta reflexión del poeta americano Robert Frost (1874-1963) esconde grandes lecciones económicas. La primera, que la propiedad, nuestra propiedad, tiene que estar bien limitada. Sin límites claros, empiezan los conflictos. La segunda reflexión es sobre la calidad de lo que nos limita. Dichas vallas o muros deben ser buenos, para proteger la propiedad y evitar que la gente entre, o pueda entrar, con intenciones poco honestas. Los muros serán buenos porque nos protegemos nosotros mismos y por quien nos protegen, me estoy refiriendo a la Policía y la Guardia Civil. 

En estos momentos estamos viviendo una serie de noticias muy llamativas sobre la seguridad en nuestra provincia. Algunas con respecto a la ocupación y otras respecto a la policía. Ambas noticias afectan directamente a la economía.

Vivimos en una sociedad en la que la propiedad privada está supeditada a un bien social superior, no lo digo yo, lo dice la Constitución. Y, aunque pueda parecer muy bonito sobre el papel ¿quién decide el bien social superior? Para el Gobierno de Pedro Sánchez el bien social superior se estructura de tal manera que pueden limitar los alquileres ¿Qué efectos tiene eso?

El primer efecto reside en la seguridad jurídica de la inversión. Las personas (o empresas) que compraron casas o viviendas para el mercado de alquiler lo hicieron con unas reglas de juego que han cambiado unilateralmente. Los efectos serán una reducción de la oferta de pisos de alquiler, un incremento de los alquileres, una reducción de la inversión en mejora o mantenimiento en los pisos, un empobrecimiento de los inquilinos y, por último, una reducción de la construcción de nueva vivienda. Pero no nos preocupemos de todo lo malo de dicha regulación, porque se ha hecho en nombre un bien social superior.

Los anteriores efectos macroeconómicos negativos los consigue la inseguridad jurídica, pero ¿qué pasa con la inseguridad social? Me refiero a pasear por un barrio y sentirte inseguro. Al saber que existe ocupación ilegal en un edificio de una calle. O pensar que hay menos policía o peor equipada. Esos efectos tardan mucho más en desaparecer.

La seguridad es como el respeto, ganarlo es muy difícil, perderlo muy sencillo. Si se considera que un barrio es inseguro, tendrá que pasar mucho tiempo para que la población crea que es seguro, y la inversión en seguridad debe ser muy elevada. Si esta sensación lo tiene una persona, no pasa nada, pero el miedo es muy contagioso. Y el miedo en la economía lo es aún más.

Si un barrio o una calle es considerada insegura se destruirá economía. Los pisos sufrirán una caída en el valor. Los inquilinos no querrán ir a vivir allí. La gente no irá a comprar a ese barrio. La degradación se incrementará. Todos conocemos barrios así en las ciudades.

Defender la propiedad privada, no atacarla y a su vez invertir en seguridad, ya sea pública o privada, es fundamental para la economía. Aquellos lugares en los que se ha preferido ir contra las fuerzas y cuerpos de seguridad, la delincuencia ha subido. No hace falta irse a ejemplos históricos. En Estados Unidos hubo un movimiento contra la policía tras el “Black Lives Matters”, provocando un aumento de los delitos en dichas ciudades. En España el mapa del incremento de criminalidad está relacionado con zonas de bajo crecimiento económico.

El ataque a la propiedad privada y la sensación de inseguridad es el primer paso para la destrucción de la economía.

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