José Torres Remírez.

Sobre malos gestores

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
31 de Marzo de 2024
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José Torres Remírez.
José Torres Remírez.

El presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonès, ha pedido, para los catalanes, un tratamiento fiscal igual al que disfrutan las denominadas comunidades forales (Navarra y las tres provincias vascas). Pero ¿Por qué se pide esto?

La financiación autonómica es muy rara en España, tanto que poca gente sabe explicarlo bien. Empecemos por la financiación “normal”, es decir la de la mayoría de las comunidades. El Estado, en este caso personificado en el Ministerio de Hacienda, calcula cuántos ingresos puede generar cada región. En este cálculo la presión fiscal la decide el responsable de la cartera ministerial (ahora María Jesús Montero). Esto último es importante para dejar de esparcir bulos y mentiras. La más común, la defendida por tertulianos indocumentados que critican las bajadas impositivas de Madrid. Si Madrid baja impuestos no afecta a la equidad entre regiones.

Tras calcular el ingreso, el Ministerio de Hacienda estima cuánto gasto se necesita para un nivel de servicios públicos de calidad y homogéneo en toda España. En esta operación se tiene en cuenta el número de personas, la extensión del territorio, la insularidad y la despoblación.

Una vez calculados ingresos y gastos, se comprueba que sólo hay tres comunidades con superávit: Madrid, Cataluña y Baleares. En los años de bonanza también estaban Valencia y La Rioja, pero lo que aportaban era muy poco.

Sin entrar en el sistema foral (lo dejamos para la próxima entrega), ¿por qué se está criticando que Cataluña quiera dejar de estar en el sistema normal?

Los que critican el abandono de Cataluña del sistema normal lo hacen porque si Cataluña se va de ese sistema sólo hay dos soluciones para la financiación, o que el resto de comunidades dejen de percibir tantos ingresos como ahora o que Madrid y Baleares aporten más dinero. En otras palabras, empobrecer a parte de los españoles.

Sin embargo, nadie se ha hecho la verdadera pregunta: ¿Por qué tenemos doce Comunidades Autónomas con un sistema deficitario? Doce comunidades que representan el 60% de la población española. Si el 60% de la población española no genera suficientes recursos para sustentar sus servicios públicos, estamos en problemas.

El primero de los problemas es de gestión. ¿Cómo gestionan nuestros gobernantes el dinero para tener que vivir de recursos ajenos? La respuesta: mal. Hay dinero para televisiones públicas (todas las comunidades deficitarias tienen televisiones públicas menos La Rioja), pero hay que esperar al sistema de reparto para pagar la sanidad. A la par, según estudios neutrales, entre el 3% y el 15% del gasto autonómico se destina a duplicidades con el Gobierno Central, recursos que se pueden ahorrar, pero se tendrían que cerrar focos de poder locales que sirven para colocar a amigos y afines. Y no hablemos de subvenciones a chiringuitos autonómicos.

El segundo de los problemas: ¿Somos de verdad tan pobres los españoles? Y sí, somos pobres. Pero no generamos recursos suficientes por burocracias e impedimentos de la legislación. Ya he hablado en entradas anteriores de las trabas que van poniendo las administraciones a la iniciativa privada.

En resumen, a quienes hemos votado para que gestionen los recursos autonómicos, nos están gestionando mal y nos empobrecen. Antes de criticar el sistema de financiación autonómico (que es criticable), igual deberíamos ver en qué se puede mejorar la gestión de los recursos públicos autonómicos.

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