José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

Tonterías selectas de la economía española (III)

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
03 de Marzo de 2024
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José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

En 1984 se estrenaba el primer largometraje de Montxo Armendáriz: “Tasio”. La película repasa la vida de un habitante del Valle de Lana, que hace cualquier cosa para ganarse la vida, ente otras empresas, hacer carbón vegetal en su carbonera. Y sí, hasta hace relativamente poco se hacía carbón vegetal. La humanidad siempre ha buscado fuentes de energía que puedan ser mejores. Una vez que se pudo crear la máquina de vapor que transformaba la energía, la calidad de vida se incrementó exponencialmente. Cada avance que se hace en materia energética es un paso de gigante para nuestra vida.

Una de las primeras medidas del presidente de Argentina ha sido el comienzo de la privatización de YPF, la compañía destinada a gestionar los campos petrolíferos de su país. Cuanta mayor eficiencia en el campo energético, mayor calidad de vida tendrán los argentinos.

Continuando con la tetralogía de las tonterías selectas de la economía española me gustaría detenerme en el odio profundo que tiene la clase dirigente española a la energía nuclear. Un odio sin ningún motivo real detrás.

Respecto a lo económico, existen estudios internacionales que comparan el coste de la energía eléctrica producida por las diferentes fuentes energéticas. En todos ellos se obtiene que la energía más barata es la nuclear. Seguido del gas natural, el carbón, la eólica y posteriormente la solar. En otras palabras, a mayor porcentaje de energía nuclear producido, menor será el coste de la factura de la luz.

Otro aspecto relevante en cualquier política energética son las emisiones de CO2 durante la generación de electricidad. Lo más llamativo aquí es que durante la generación hay cuatro fuentes de energía que no emiten este gas de efecto invernadero, y son la energía eólica, la nuclear, la hidroeléctrica y la fotovoltaica. Por lo que si un gobierno está preocupado por las emisiones de CO2 tendría que incentivar estas cuatro fuentes.

Otro criterio que se debería poner encima de la mesa es la seguridad de una central nuclear. Desde 1943, año en el que Estados Unidos empezó a experimentar con distintos reactores nucleares, la seguridad se ha ido incrementando. No se ha registrado ningún accidente mortal en las centrales nucleares exceptuando el famoso Chernóbil, pero se conoce que fue la incompetencia de un gobierno comunista que sólo buscaba abaratar costes lo que provocó el accidente.

En resumen, la energía nuclear es más barata, no emite CO2 y es segura.

La Unión Europea, al ver las orejas al lobo con la Guerra de Ucrania que ha encarecido el petróleo de una manera increíble, y probándose que las energías renovables no permiten un suministro sostenido y sostenible de energía barata, ha dado luz verde a la creación de nuevas centrales nucleares. Incluso ha denominado a esa energía, energía limpia.

A pesar de todo lo anterior, los distintos gobiernos de España han dado la espalda a la energía nuclear. El gobierno de Pedro Sánchez, más que los anteriores, pues ya han anunciado el cierre para los próximos años de los pocos reactores que tenemos en nuestro país.

La política energética de este país nos está llevando a una situación increíble: que cada vez pagamos una electricidad más cara. Otra tontería selecta de la economía española que ayuda al empobrecimiento general.

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