Velocidades

Pedro Marín
Jubilado en SECOT
23 de Julio de 2023
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Los tiempos actuales están marcados por la velocidad. En la comunicación y la información es un hecho. En los crecimientos económicos de rápido auge, como la construcción de principios del Siglo. En los cambios tecnológicos donde la innovación es una constante. En el estrés que comporta poder atender las distintas facetas de las actividades.

El paso del tiempo su sensación es de rapidez. Por contra, los cambios en la sanidad pública, ante una población más longeva que demanda más y nuevos servicios, sigue atascada en las reformas que se realizaron en los 80 del siglo pasado. Lo mismo sucede con la educación pública, al no haber realizado las transformaciones que se demandan en la actualidad: tecnológicas, junto a altas tasas de abandono escolar (13,9%) y de graduación en la ESO (82,1%).

Tenemos dos contrasentidos en el mundo actual. Excesiva velocidad en sectores económicos que llevan al "batacazo": construcción, punto com de inicios de siglo, criptomonedas, etc., contra una "lentitud pasmosa" en todo lo referente al cuidado y la formación de las personas. A su vez, la irrupción de las tecnologías de rápida evolución, conlleva una adaptación donde el abandono es el denominador común en la mayoría de las personas. Vivir en un sin vivir, es una constante en muchos ciudadanos, que tienen dificultades en poder alimentarse adecuadamente, porque aquí también la inflación de los precios alimenticios ha sido marcada por una excesiva velocidad.

Este galimatías social comporta muchos desequilibrios en las personas y las instituciones públicas. Ante este escenario, que no tiene aspecto de sufrir importantes transformaciones, los ciudadanos buscamos nuestro propio refugio, a fin de guarecernos de un entorno cada vez más adverso y complicado. La política, de momento, no ha dado solución a todas estas contradicciones.   

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