José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

¡Viva la Pepa!

Miembro de la Asociación Española de Derecho y Economía
07 de Abril de 2024
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José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI
José Torres Remírez. Hoy, contra el SMI

España es un país con múltiples niveles de gobierno. Exactamente cinco. Por encima de todos está el nivel central, el gobierno de la Nación. Luego, con una autonomía incomparable a cualquier país de Europa, nos encontramos a las Comunidades Autónomas. Como un vestigio decimonónico conservamos las diputaciones provinciales. Relativamente hace poco, aún nos inventamos el nivel comarcal. Y, por último, las entidades locales, en otras palabras, los ayuntamientos.

La financiación de toda esa amalgama de niveles, instituciones y demás inventos burocráticos adolece de una debilidad ¿Cómo se mantiene? Las normas de financiación son arcaicas y políticas, por lo que nos está llevando a la ruina a todos los españoles. Por mantener al Estado, se perderá al individuo. Sin embargo, hay una parte de España que está exenta de estos problemas: las comunidades de régimen foral.

Navarra y País Vasco son distintas al resto de las regiones en España. Su financiación depende exclusivamente de ellas. En otras palabras: todos los ingresos los recaudan ellas y se quedan con el dinero. Por supuesto que dan algo al Gobierno. Ambas comunidades calculan cuánto de los gastos nacionales (defensa, representación internacional, seguridad, etcétera) les afecta y pagan su parte correspondiente.

Esta situación genera ganadores y perdedores por varios motivos:

  • La aportación que hacen vascos y navarros es para pagar gastos específicos del gobierno. En ningún caso es una aportación para la equidad entre regiones. Por lo que es un sistema que premia a dos regiones ricas.
  • Al tener un sistema tributario propio, hacen la competencia al resto de las comunidades autónomas. Sale más barato poner una empresa en estas regiones que en cualquier lugar de la península. Y los que más sufren esta competencia son las regiones fronterizas. Cantabria, Burgos, La Rioja, Zaragoza y Huesca. Atrayendo riqueza a costa de empobrecer al resto del país.

Más sangrante aún es este tema cuando se descubre cómo se calcula la aportación que deben pagar los navarros y vascos. Es una decisión política. Nada tiene que ver con la economía. Esto ha provocado que se intercambie rebajas en el cupo por votos a favor de iniciativas políticas. Lo hizo González, lo continuó Aznar, lo llevó al extremo Zapatero y Rajoy fue un ingenuo (pactó el cupo y dos semanas después los votos del PNV lo echaron de la presidencia).

Por cierto ¿Significa esto que el Estado no gasta dinero en esas regiones? Nada más lejos de la realidad. El Estado invierte en infraestructuras, paga la seguridad social, tiene organismos propios en dichas regiones y muchos más gastos. Lo que se podría ver como que el dinero de una empresa oscense está pagando la inversión en Vitoria. Mientras que el dinero de los alaveses, nunca se gastará en Huesca.

La gente acusa a los catalanes de insolidarios por pedir entrar en el sistema foral. Y eso es una tontería ¿acaso no querrían ustedes gastarse todo el dinero que se recauda en su región, sólo en ustedes? Y si además el gobierno gasta el dinero de otras regiones en mejorarles su estilo de vida ¿se opondrían?

El régimen foral hunde sus raíces en el medievo y sus consecuencias son medievales: hay señores y siervos. Y si no vivimos en Navarra o en el País Vasco, me temo que somos siervos.

Ahora decidan si gritar ¡Vivan las caenas! o ¡Viva la Pepa!   

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