Hablar del Pirineo aragonés no es únicamente hablar de sus comarcas, La Ribagorza, el Sobrarbe, Alto Gállego y La Jacetania. Hablar del Pirineo Aragonés, es hablar de sus valles, el de Hecho y Ansó, el valle del Aragón, el valle de Tena, el valle de Chistau, el valle de Benasque, los valles del Alto Noguera Ribagorzana y los valles del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, la joya de la corona con permiso del resto. El Pirineo son sus gentes, sus valores medioambientales, sus pueblos medievales, sus leyendas, su patrimonio arquitectónico y su gastronomía que hacen que sea único en el mundo.
No es únicamente turismo y nieve, es mucho más. Es cuidar de sus gentes facilitando las herramientas adecuadas para que puedan seguir viviendo en su hogar y accediendo a los servicios públicos esenciales y así fijar población y oportunidades. Es preservar su patrimonio medioambiental. Es apostar decididamente por el territorio y sus gentes.
Y los poderes públicos tienen la obligación de realizar políticas adecuadas y consensuadas encaminadas a la consecución de estos objetivos. Así lo ha entendido el Gobierno de Aragón apostando por un Plan Pirineos. Un plan que aúna cuatro criterios importantes: modernización, diversificación, integración y sostenibilidad.
Y en este sentido, en el discurso en el debate de investidura, el presidente Azcón manifestó su apuesta clara y decidida por su realización y anunció la apertura de un proceso de diálogo y entendimiento con la Diputación Provincial de Huesca, con las comarcas de La Jacetania, el Alto Gállego, Sobrarbe y Ribagorza, así como con los ayuntamientos de la zona.
Este Plan debe contar con la necesaria implicación del Gobierno central para conseguir un volumen de recursos capaz de generar un efecto transformador de primer orden. El Gobierno de Aragón cifró el Plan en 250 millones de euros, de los cuales 125 corresponderían financiarlos a la administración autonómica -y en este punto el compromiso del actual Gobierno de Aragón es firme y se mantiene en el mismo- y los otros 125 millones de euros restantes deberían ser aportados por el Gobierno central.
El 26 de septiembre de 2023, el señor Núñez Feijoo, durante su discurso de investidura, mantuvo y anunció su compromiso con este Plan Pirineos si era elegido Presidente del Gobierno de España.
Es obvio que el desarrollo de una parte del territorio con especiales dificultades no es una cuestión ideológica y, por lo tanto, cualquier Gobierno debería ser sensible a este problema. Como también debería de serlos a otros territorios pirenaicos o con la misma orografía que plantearan Planes de desarrollo de esta tipología. Sin duda, esta inversión resulta imprescindible para la Comunidad Autónoma de Aragón, y en particular, para los habitantes del Pirineo, siendo una poderosa herramienta en la lucha contra la despoblación, además del resto de beneficios mencionados anteriormente. Por lo que es imprescindible el compromiso de ambos Gobiernos, el central y el autonómico para ejecutar eficazmente el Plan Pirineos.
Por todo cuanto antecede, el Grupo Parlamentario Popular propone a la aprobación de la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico la siguiente:
MOCIÓN
La Comisión de Despoblación y Reto Demográfico insta al Gobierno a:
- Mostrar su apoyo a la puesta en marcha del Plan Pirineos como elemento modernizador, diversificador e integrador de todo el Alto Aragón.
- Expresar su respaldo político y económico al Plan Pirineos, financiando los 125 millones de euros precisos para su materialización, en una apuesta decidida por dinamizar este territorio y fijar población, con el consenso de todos los actores implicados y medioambientalmente sostenible.
- Incluir en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2024 la financiación suficiente para hacer frente a este compromiso.