La Residencia del Padre Saturnino López Novoa de las Hermanistas de los Ancianos Desamparados reluce más si cabe en las vidas de los internos con la bendición de las nuevas obras en los patios y jardines de la parte trasera, en la que el vicario general de la Diócesis, Nicolás López Congosto, y la superiora de la congregación, Montserrat Brescó, han querido poner en valor el trabajo incansable durante años de Antonio Claver, el hortelano abnegado que durante años ha surtido de verduras las cocinas de la casa.
Ha sido una bonita mañana para las más de ciento cincuenta personas que han accedido a la invitación cursada por la residencia que dirige Javier Carilla, para escuchar la misa oficiada por Nicolás López Congosto. De la oración, al ocio. El júbilo se ha hecho presente en el recorrido hasta los jardines de la parte trasera, acompañados por una charanga que ha amenizado el pequeño trayecto y posteriormente el ceremonial con la bendición de las obras por López Congosto y la madre Montserrat Brescó. Gloriosa ha quedado la zona de jardín, con flores y una decena de árboles.
Un escenario ideal para rendir tributo a Antonio Claver, que ha aguantado la solana para recibir el obsequio de las bonitas palabras por sus muchos años cultivando y recogiendo lechugas, tomates, acelgas o las patatas que comían durante medio año en la Residencia. Aquel tiempo no volverá. Hoy esa superficie de huerta queda hermosamente diseñada con anillos de flores con aroma social, ya que ha sido Brotalia, de Valentia, la que los ha implantado y la que los mantendrá.
La madre Montserrat Brescó ha señalado en su alocución que la atención y el afecto hacia las personas mayores es la razón de ser de la Congregación de la que es superiora. En total, con 164 los residentse actuales, de la capacidad máxima de 173 que admite. De ellos, más de 110 son válidos y el resto asistidos.
AHORA, AL INTERIOR
La financiación de la Residencia es autónoma, como señala Javier Carilla. No hay dependencia de instituciones (salvo la asistencia médica desde el centro de salud de Los Olivos) y otras organizaciones, por lo que cada reforma exige un esfuerzo importante. Es como las casas de antaño, primero hay que hacer bolsa y luego, con los ahorros, invertir.
Naturalmente que hay remodelaciones que encarar, y ahora la siguiente prioridad se concentrará en cambios de mobiliario en las áreas en las que está obsoleto. Un poco de interiorismo para mejorar la comodidad de válidos y asistidos, para que la casa vaya adquiriendo cada vez más ambiente de hogar. Esa será otra bendición que, hoy, está pendiente.