El cambio se puede expresar en una comparación de dulzura. Dulces, golosos y lamineros eran los productos de Pastelería Ortiz, pero ahora la administración de lotería que se ha instalado en las instalaciones de los Porches de Galicia promete dar muchas Glorias de Huesca en forma de premios. Desde este 1 de mayo, en la mañana madrugadora, ha abierto la que será denominada La 7 de Huesca, regentada por Fernando Alagón Ramón.
Fernando ha abierto las puertas dentro de las que, más allá de la identidad corporativa de Loterías y Apuestas del Estado, podríamos identificar la administración 2.0. Espaciosa y, fundamentalmente, accesible. Una parte del mostrador baja la altura para que cualquier persona con silla de ruedas pueda buscar la suerte a su altura física. Y, además, en el frontal, una rampa permite acercarse a la expendeduría sin problemas de barreras arquitectónicas. Todo liviano.
Todavía falta por colocar el cartel, que rezará: "La 7 de Huesca". La razón es tan sencilla como las apreturas de tiempo. Está encargado con unas dimensiones de 6+5 metros para las dos entradas y llega el día 2 de mayo, vía -como está prescrito- Loterías del Estado. Pero no es ningún problema. Desde el punto de la mañana, decenas y decenas de personas han buscado la suerte con un complemento, la felicitación a Fernando. Es como cuando se frota un número en una joroba, pero en versión verbal.
Fernando, que con su colaboradora Paz se ocupan de buscar la fortuna (de hecho, en los dos años desde que asumiera el traspaso del negocio en la calle San Orencio donde la administración operaba desde 1975, ya ha entregado algunos premios como aquellos 600.000 euros en mayo de hace dos años) y luego, como se suele decir, Dios proveerá. O el bombo, o las bolitas. Alagón Ramón, que antes de entrar como emprendedor en este sector había conocido infinitud de trabajos, asegura que la satisfacción que se siente replicando a los clientes que han sido agraciados es enorme. "Cuando das un premio, te llenas por dentro y dices que todo el esfuerzo y sacrificio merece la pena". Vamos, que te endulzas la vida. Quizás no haya cambiado tanto la esencia del local. Tan sólo en una cuestión: que, una vez efectuado el desembolso, existe una posibilidad de salir más rico de como se ha entrado.