El Encuentro de Catequistas de Aragón reunió el pasado sábado 21 de octubre a más de 250 personas provenientes de las seis diócesis aragonesas que disfrutaron de una jornada de confraternización en Aínsa y Boltaña.
El Castillo de Aínsa fue el lugar de acogida y oración en el que se encontraron los catequistas de las diferentes diócesis, con un desayuno y una hora posterior para que los visitantes pudieran disfrutar del entramado urbano medieval de la villa.
A continuación, los participantes en el Encuentro se desplazaron a Boltaña, donde escucharon la homilía oficiada por Paco Cabrero, Delegado Diocesano de Pastoral en Barbastro-Monzón, y presidida por Julián Ruiz Martorell, obispo de Huesca y Jaca y encargado de la Catequesis en Aragón.
El encuentro, tal y como explica Sonia Orús Buil, delegada de Catequesis y coordinadora de Misiones de Barbastro-Monzón, sirvió para compartir unas agradables horas que anualmente se repiten con escenarios rotativos. No tiene el carácter formativo de la Escuela de Verano, sino que sirve para estrechar lazos y disfrutar de un ambiente relajado. Julián Ruiz Martorell, acompañado por Ángel Pérez Pueyo, incluso se permitió al final de la eucaristía congratularse tras su reflexión sobre los valores y virtudes de los catequistas por la gran afluencia en la iglesia de Boltaña, hasta tal punto de que, en lugar de las ocho velas habituales en estas ceremonias, se dispuso una más que vino a simbolizar la gran fuerza de los presentes.