La llegada de la primavera trae hasta Aínsa numerosas actividades y festejos, algunos de ellos de importante arraigo en la localidad. Es el caso de la romería a la ermita de la Virgen de Los Palacios, que se celebra el lunes de la Pascua de Pentecostés desde hace siglos y que atrae a una gran cantidad de público, principalmente local.
La fiesta comienza a las diez de la mañana con una misa en este pequeño santuario, situado en la Sierra de Partara. Posteriormente se realiza el reparto de torta y vino entre los presentes y se emplaza a vecinos y vecinas a reencontrarse durante la tarde en la Plaza Mayor para disfrutar de música, baile y una caracolada popular.
Los preparativos de la fiesta comienzan unos días antes, con la recogida, la limpieza y el cocinado de los caracoles gracias a la colaboración de un gran número de personas voluntarias. “Tenemos la suerte de contar con gente dispuesta a ayudar y a vivir la fiesta desde dentro, lo cual facilita la tarea”, explica Luis Lascorz, concejal de Festejos.
“Es un trabajo duro porque se limpian a mano, uno a uno. Esta vez preparamos todo, incluido el sofrito y el ajoaceite, el pasado sábado, y la residencia comarcal La Solana nos permite almacenarlos en sus instalaciones hasta el lunes de la fiesta, así que también a sus responsables les agradecemos las facilidades que nos prestan”, apunta el concejal.
Este año se recogieron un total de 90 kilos de caracoles que se sirven a última hora de la tarde del lunes en la Plaza Mayor de Aínsa, tras las actuaciones del grupo de Bailes Tradicionales del Biello Sobrarbe y del artista local Superlópez, completando una jornada entrañable y de alta participación.
Cuentan los más mayores que antaño era un bonito día de celebración con la misa, la bendición de términos y el almuerzo de grupos de familiares y amigos en los alrededores de la ermita. Tras honrar a la Virgen todos los miércoles del mes de mayo, tal y como marca la tradición cristiana en Aínsa, llega el lunes de Pascua de Pentecostés o la Pascua Granada. Se cantan los gozos a la Virgen, Nuestra Señora de los Palacios, vinculada al Monasterio de San Victorián. La devoción a esta Virgen es de las más antiguas de Sobrarbe, junto a las de la Virgen de la Sierra en Buil, La Espelunga en San Victorián y la de la Piedad en Broto.
“Para nosotros es un día muy familiar, para vivir con vecinos, familiares y amigos. Esta fiesta marca el inicio de los distintos acontecimientos festivos que se desarrollan a lo largo del verano y que concluyen en 2024 con La Morisma el último fin de semana de agosto y las fiestas en honor a la Exaltación de la Santa Cruz en el mes de septiembre”, recuerda Lascorz.
“También turistas y gente de paso se deja sorprender por esta sencilla tradición que forma parte de nuestra cultura. Aprovechamos para animar a las nuevas generaciones a participar en futuras ediciones, pues son ellas las que en el futuro recogerán el testigo para que señas de identidad como esta romería se sigan manteniendo”.