La cultura matrística no debe confundirse con el matriarcado, ni considerarla el envés del patriarcado ni se limita a un territorio especial ni a una cultura específica. Se trata de "un paradigma pacífico, que se inspira en el derecho materno que crearon unas sociedades especialmente prósperas y refinadas".
La agente de Igualdad Alicia Gallán ha profundizado en este modelo, en un acto organizado este lunes por el IAM, en el marco de la programación del 8 de Marzo, con el deseo de que "sirva de inspiración a las mujeres para recuperar su linaje histórico".
"La cultura matrística debería reforzarnos cuando sabemos lo que hay que hacer y no podemos o no nos dejan, nos debe ayudar a recuperar también nuestro autoestima personal y colectiva. Las mujeres tenemos un papel muy importante y la autoridad y la presencia en el poder tiene que estar a la misma altura. Porque no hemos dejado de cuidar de la vida nunca".
A lo largo de la conferencia, que ha impartido en el Salón Azul del Casino de Huesca, ha explicado que existen numerosos vestigios artísticos, como pinturas y cerámicas, y restos óseos que muestran con claridad que la cultura matrística se basa en una sociedad igualitaria, en la que no había ningún tipo de jerarquía entre hombres y mujeres.
"Este paradigma viene desde el paleolítico y las culturas más prósperas datan del 7000 hasta el 3000 antes de nuestra era. Creta aguanta hasta el 1250 antes de nuestra era, que es cuando vienen las tribus, arrasan con todo e imponen el patriarcado en el que seguimos", ha comentado.
El cambio se prolonga durante más de 2000 años pero Alicia Gallán ha señalado que, en realidad, no acaba de instaurarse nunca, "porque las mujeres, de una manera o de otra, siempre hemos estado cuestionando la autoridad que los hombres nos pretendían imponer".
Para ejercer ese dominio, aquellas tribus acudieron a una "violencia absoluta y bárbara", que acompañaron después con una legislación y la creación de mitos a través de la literatura, como La Iliada y La Odisea. "Eran historias de héroes masculinos que glorificaban las invasiones, el expolio y una serie de valores que se van asentando hasta que llega un momento en el que prácticamente la comunidad olvida lo que se había vivido en esas épocas previas. El patriarcado hace ahí una operación de marketing creando un discurso a medida de sus necesidades y que excluye y borra toda la experiencia anterior".
Alicia Gallán ha recalcado fueron miles y miles de años los que el hombre y la mujer vivieron de manera igualitaria, y que el papel que jugaban ellas era tan relevante, "no porque tuviera una situación de poder, sino porque son las que saben lo que hay que hacer para garantizar la vida".
"Tenemos que recuperar ese linaje y esa inspiración; no es lo mismo pensar que tenemos que hacer algo que nunca ha existido, a que tengamos la certeza de que en tiempos anteriores había una igualdad, y el hombre y la mujer vivían en armonía y también con la naturaleza".
Además, ha añadido, entonces se gozaba mucho de la vida, hay numerosas reproducciones referentes a juegos, baile y música, y ninguno referente a armas ni enfrentamientos. "La realidad no tiene nada que ver con esa idea que nos han metido en la cabeza de que cuanto más retrocedemos en la historia hay más salvajismo, más violencia, más desigualdad, más apropiación".