La Asociación Amigos del  Camino Santiago Huesca custodiará durante un año el "Bordón del peregrino"

Huesca acogerá el próximo año el Encuentro Nacional de estos colectivos

28 de Septiembre de 2023
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Intervención de Conchita Puyalto, presidenta del Camino de Santiago en Huesca.
Intervención de Conchita Puyalto, presidenta del Camino de Santiago en Huesca.

Una representación de  la Asociación Amigos del  Camino Santiago Huesca, invitados  por la Plataforma de Asociaciones de los caminos del Norte de Cantabria, asistió el pasado fin de semana al Encuentro Nacional de estas entidades, celebrado en Santander, para recibir y custodiar durante un año el "Bordón del peregrino".

"En año próximo, nos corresponderá  a nosotros buscar el destino del Bordón y acoger a las Asociaciones y peregrinos que estamos seguros nos acompañaran, a la vista de la simpatía y deseo de conocer,  que nos han mostrado en este evento", explican fuentes del colectivo oscense.

El Bordón es el soporte o apoyo utilizado por los peregrino en su caminar, generalmente de madera, con un refuerzo  en la base y coronado con una calabaza o pomo;  un útil para distintas funciones en el camino. Desde el año 2009, viene siendo el símbolo con el que las diferentes Asociaciones del Camino han dejado constancia y  materializado  el  encuentro anual de todas ellas. Es  por tanto un símbolo que  transita y permanece durante un año  en las distintas Asociaciones nacionales, y en este período labra cada una su imagen de identidad y el año de salvaguarda.

Estos encuentros estrechan lazos de “solidaridad y fraternidad “,  han explicado fuentes de la entidad oscense, y muestran la comunicación y soporte mutuo que existe,  en defensa y mejora de la atención a los peregrinos y de las infraestructuras  necesarias en  los caminos,  teniendo muy presente que se les considera “Embajadores del turismo sostenible”.

El encuentro arrancó con la  recepción por parte de la Organización y presencia de autoridades, en el centro  cultural la Vidriera en Comargo, complementada con  una actuación musical  y folclórica de los grupos del propio  Centro cultural.  El segundo día, aprovechando el tiempo favorable, les mostraron la Bahía con desembarco en Somo, continuando con una visita guiada  a la Iglesía Románica de Santa María de Bareyo y al Museo Jacobeo “la voz del peregrino” en Güemes.

Para finalizar, llegaron en peregrinación  al Albergue jacobeo “La cabaña del abuelo Peuto”, donde descubrieron un templo  al  espíritu del Camino.

Fuentes de la entidad oscense, narran su historia. Hace más de 100 años, Perfecto Crespo y Vicenta Lavín, construyeron  una gran  casa, después de tener 15 hijos, que con su actividad ganadera y herrería, crecieron todos. Tras el fallecimiento de ellos ( 1937 y 1944),  quedaron  en la casa la hija menor Laura con su marido Manuel Bustio,  que en 1946 debido al hambre de la postguerra, con sus 5 hijos,  cierran la casa  y emigran a Cataluña.  El hijo menor de este matrimonio  Ernesto, con  11 años,  iría a trabajar de pastor en una masía y posteriormente ingresaría en el Seminario de Solsona. 

A principios de la década de los 60,  parte de la familia regresa a Gúemes  y comienzan la rehabilitación de la casa muy deteriorada. Fue Ernesto, el que tras un devenir generoso y espritual, el año 1963 ya era párroco en los Picos de Europa.  En 1979, Ernesto con tres personas más, de su barrio en Santander, incía una  apasionante experiencia que la titula, “Viaje a la universidad de la vida". Se trata de una etapa sabática,  a través de la cual viajarán por Àfrica y América, para conocer gentes y culturas diferentes. 

Al regreso del largo viaje, y tras el  fallecimiento de su padre, esta experiencia marca un punto de inflexión sobre la historia y nacimiento del Albergue .  Allí se crean encuentros, convivencias, actividades con gente joven y empieza un largo caminar, sin más  metas fijas que el servicio a los demás.         

En 1999 fallece su madre y última descendiente de los abuelos, Peuto y Vicenta y llega al Albergue el primer peregrino. Actualmente parte de las instalaciones,  pertenecen a un sociedad colectiva, donde toda aquella persona  que haya aportado, trabajo, dinero  o ideas,  automáticamente se convierte en copropietario.

Este “albergue”,  se mantiene con el voluntariado y la aportación libre de personas que lo utilizan, que sólo pretender crear lazos de solidaridad.  El  patrimonio  cultural que posee, fruto de un protagonista Ernesto (Cura obrero),   que pone voz y rostro a esas vidas de dedicación y constancia, inexplicables.  Actualmente han sido 13.000 los peregrinos que se han hospedado al año, y su percepción  hoy en ellos, es el afán de búsqueda de algo nuevo, siendo  la ermita  el lugar más  valorado, por ser un espacio de reflexión para todo tipo de religiones o espiritualidad. 

Finalizó el encuentro  en la terraza del Hotel Bahia,  con la entrega material  del Bordón por parte de Valeríano Teja, presidente de la plataforma de Asociaciones, representantación municipal y  la compañía de los 200 peregrinos,  a la asociación oscense.

 

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