Con una gran hoguera en la plaza de Santa Clara de Huesca, el barrio de San Lorenzo ha iniciado este sábado 14 de enero los actos por San Antón, congregando a un buen número de vecinos que han disfrutado de esta tradición presidida por el fuego como símbolo de purificación y renovación. Por la protección de los animales domésticos que se atribuyen a San Antón, también es tradicional la bendición de mascotas que se celebra este domingo.
Estas tradiciones se mantienen, pero en ambos casos, en su regreso tras la pandemia, la Asociación de Vecinos del Barrio de San Lorenzo no ha podido hacer frente al gasto del reparto de patatas asadas en la hoguera ni al almuerzo con que finalizaba la bendición de animales, pero la presidenta de la entidad vecinal, Cristina Betrán, apunta que se retomarán el próximo año.
La festividad se cerrará el 17 de enero, el día de San Antón, con una misa en la capilla dedicada al santo en la calle San Lorenzo, y en este caso sí se repartirán magdalenas bendecidas a quienes acudan.
A pesar de que el acto no se recuperaba al completo, este sábado a las 19 horas, todo estaba preparado para que encender la hoguera por parte de los bomberos de Huesca, ante la mirada en principio de poco público al que se ha ido sumando más vecinos conforme avanzaban los minutos.
Cristina Betrán y los miembros de la Comisión de Fiestas de la asociación han estado acompañados en este primer acto de San Antón por el alcalde de Huesca, Luis Felipe, el concejal de Cultura y Fiestas, Ramón Lasaosa, además de los ediles Ana Loriente y Roberto Cacho.
“En la Comisión de Fiestas hemos tenido que decidir no hacer patatas ni el almuerzo del domingo porque no nos llega el presupuesto, había otras cosas urgentes y había que solucionarlas”, ha señalado la presidente de la Asociación del Barrio de San Lorenzo.
Cristina Betrán ha lamentado la pérdida de socios en la entidad vecinal y ha recordado que únicamente se pagan 6 euros al año. Ha animado a sumarse porque “la Asociación está abierta a todo el mundo y se recibe a todos con cariño”, ha dicho y ha valorado que este año se ha incorporado “una comisión joven para poder organizar todos estos actos” y que este sábado se ha encargado de animar la hoguera con música.
La presidenta de la entidad vecinal ha recordado que la hoguera se realizaba en la calle San Lorenzo desde tiempos inmemoriales, y que hace unos treinta años la Asociación de Vecinos del Barrio se hizo cargo de su organización cuando la familia Güerri ya no pudo.
Esta tradición está ligada a la capilla de San Antón que se ubica junto al número 75 de la calle San Lorenzo, y que se debió construir en el año 1722. Según cuenta Eugenio Monema, director de cine etnográfico, en Pyrene, en la actualidad es el único edificio en Aragón que sigue en pie bajo la advocación de San Antonio Abad. Pertenece a la familia Güerri-Ponzán y había sido un antiguo convento, donde llegaron a convivir hasta trece monjes, con la capilla en la parte baja.
Como relata Monesma, Enrique Güerri, “El Medianero”, siempre quiso impulsar y mantener la tradición en honor al santo, y recuperó la hoguera que antiguamente se encendía en la puerta de la capilla, a cuyas llamas los vecinos aportaban muebles y útiles agrícolas ya inservibles. El 17 de enero, los vecinos, en su mayoría agricultores y labradores, encendían y depositaban velas en la capilla, con el fin de conseguir el beneficio protector de San Antón. Velas que también se llevaban a la capilla cuando algún animal de labor se ponía enfermo.
Siguiendo con la tradición, este domingo se realizará la bendición de animales y la capilla volverá a abrirse este 17 de enero para la festividad.