Los bomberos rescatan al loro Tobi, que se había fugado hasta San Viator

El ave vive en un noveno y ha volado hasta las ventanas del gimnasio y, cuando un efectivo iba a capturarlo, ha volado hasta la acera para dejarse coger tranquilamente

03 de Mayo de 2023
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Un bombero rescata a Tobi en San Viator. Foto Javier Gil
Un bombero rescata a Tobi en San Viator. Foto Javier Gil

Ha sido uno de los espectáculos de la tarde del martes, que ha concitado todos los atractivos de una historia con tintes humanos y un buen final feliz que ha captado el conserje y nos ha remitido el profesor Javier Gil. El escenario, el Colegio San Viator, donde la normalidad de las clases se ha visto apenas alterada a los ojos de los observadores por efecto de la presencia de los bomberos.

Un viejo conocido de la zona, el loro Tobi, que vive en un noveno piso del bloque del Bar Álvaro, ha decidido que tenía ganas de volar. O al menos ha volado. Puede ser una metáfora ,o de las ansias, pero lo cierto es que el ave se ha lanzado desde arriba y ha encontrado una morada propicia en el edificio de San Viator. En concreto en las ventanas del gimnasio del colegio.

Alertados por la vicisitud, se han presentado los bomberos del parque de Huesca en su vocación (no siempre cumplimentada, aún recuerda este cronista la negativa a recuperar un gato de un árbol en la calle Alcañiz tras ser requeridos por las asociaciones Patitas y Somos su Voz) y, con la pericia y prevención que caracteriza a los buenos profesionales, se han dirigido a Tobi y, ¡voilá!, lo han rescatado sin mayor problema. Dicen que la negociación con el animal, deseoso de volver al calor del hogar, ha sido sencilla (permitan el toque de humor). Pero...

Pero el desenlace ha tenido un recoveco final. Cuando el bombero iba a tomar amorosamente al loro, éste ha volado hasta posarse en el suelo y allí una mujer lo ha cogido tranquilamente para entregárselo a su dueña. Final feliz.

Tobi, que es conocido en el vecindario, tendrá ahora una historieta más que contar en sus repeticiones y la duda es si lo hará replicando que ve "viatores" o "bomberos". Pero el caso es que su excursión ha culminado con final feliz y ya está con sus compañeros de piso de siempre, en las alturas. ¡Bendito sea el Señor! (también podría ser su retahíla algún día).

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