Decenas de personas de la familia de Cáritas Diocesana han participado en la celebración del Corpus Christi en la Iglesia de Santo Domingo y San Martín, donde han convertido la lectura del mensaje de la festividad en un símbolo de fraternidad en torno al concepto de la esperanza, con presencia del delegado episcopal, Fernando Altemir, y el director, José Antonio Torres.
José Antonio Torres ha leído el manifiesto de la festividad del Corpus con la campaña institucional de Cáritas con el lema "Mientras haya personas, hay esperanza", en alusión al año extraordinario de gracia en que el Papa Francisco "nos convocó a vivir el jubileo de la esperanza".
Ha considerado consiste en una "renovación espiritual y de oportunidad para ser testigos de esperanza en la familia, en el trabajo, en la vida social..." "Se trata, pues, de gastar la vida, nuestra vida, sacando a la luz todo lo bueno que hay en nosotros y en nosotras: la generosidad, la comprensión, la alegría. Todos nuestros dones y ponerlos al servicio, especialmente de aquellas personas que son las más necesitadas".
El documento entiende propicio este tiempo para "reconocer que, incluso en medio del dolor, la fraternidad y la dignidad, tienen la última palabra, porque nuestra esperanza se fundamenta en la certeza de que Dios camina a nuestro lado, camina con nosotros y con nosotras". Añade que "Él no nos deja nunca solos, pero requiere de nuestro compromiso para seguir tejiendo una nueva fraternidad y una amistad social, basadas en los cuidados, en el acompañamiento, con la confianza de que trabajar por la justicia desde la caridad es una forma de vivir en y con esperanza".
La campaña de Cáritas invita a "tomar conciencia y reflexionar sobre nuestro compromiso cristiano y es ahí, precisamente, donde entra en juego la esperanza que nos lanza a lo desconocido, a lo intransitado, en un acto de fe que nos impulsa desde el interior a confiar para poder encontrar caminos nuevos de servicio, especialmente con las personas pobres y vulnerables".
Detrás de cada acción de Cáritas, "hay una historia y detrás alguien que tendió una mano, que se movilizó, que escuchó, que apostó y que decidió no mirar hacia otro lado".
Un trabajo posible gracias a la red de apoyo con 240 personas voluntarias, 27 trabajadoras, las actividades de acogida en las parroquias, los 435 socios y la ayuda de las instituciones públicas, privadas, empresas y colaboradores.
"Vivimos un tiempo de urgencias, sí, pero también un tiempo de esperanza y en Cáritas seguimos apostando por ello, porque, cuando se comparte, se multiplica, se llega a quien más lo necesita y esto es lo que nos dice el lema de la campaña de este año, mientras haya personas, hay esperanza", ha agregado José Antonio Torres.
Ha parafraseado al Papa Francisco en la Bula de convocatoria del Jubileo de la Esperanza: "Necesitamos que sobreabunde la esperanza para testimoniar de manera creíble y atrayente la fe y el amor que llevamos en el corazón; para que la fe sea gozosa y la caridad entusiasta; para que cada uno sea capaz de dar aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe".
El documento también alude al razonamiento de los obispos de la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social que aseguran la necesidad de recordar que "quien participa en la Eucaristía ha de empeñarse en construir la paz y denunciar las circunstancias que van contra la dignidad del hombre, por el cual Cristo ha derramado su sangre, afirmando así el valor tan alto de cada persona. Si no tomamos conciencia de esto, nuestras eucaristías se aproximan a la incoherencia".
Cáritas Diocesana felicita el Día del Corpus Christi animando a todos a "participar de esa esperanza que supone, realmente, apostar por los demás, por las personas, sobre todo por las más vulnerables y compartir nuestros dones con esas personas".
Después de la lectura del manifiesto, dirigidos por Jaime Esparrach, los presentes han realizado una dinámica en torno al lema confeccionado en tejido por A todo trapo donde había depositados corazones en cartón en el que han escrito un nombre de alquien al que se han acercado para preguntarle sus motivos para la esperanza. Un corazón en plástico ha sido posteriormente completado de los nombres en señal de comunidad y empatía.