Alberto y Paola se vieron sorprendidos este puente del 1 de mayo, en el que habían decidido dejar Madrid y lanzarse a conocer Amsterdam, igual que unas semanas antes disfrutaron de la última bendición Urbi et Orbi del papa Francisco. Viajar es una oportunidad para conocer, pero también para el asombro. Tal acaeció cuando acudieron a un restaurante de la capital neerlandesa llamado Tapas Tía Rosa.
En sus paredes, colgaba enmarcado el cartel de las Fiestas de San Lorenzo del año 1980 con toda su simbología. La bandera aragonesa en lo más alto, la parrilla del mártir y un retrato junto al escudo de la ciudad con la inscripción "Heroica, Leal, Invicta. VV Osca", un bodegón de productos de la huerta y dos joteros en la escena central.
Tal maravilla era obra del reputado pintor cuyos paisajes deslumbraron a medio mundo Leoncio Mairal (también autor de los de 1967 y 1978), por lo que no sabemos si el propietario del Tapas Tía Rosa es consciente de la calidad de la obra que cuelga de su pared.
Alberto Ibor preguntó por estas curiosidades y ese día no se encontraba el regente del establecimiento hostelero, por lo que el encargado simplemente le comentó que al jefe le gusta la cultura española y tener carteles antiguos de distintos puntos de nuestro país.
Ante el cartel, son muchos los comensales que disfrutan de este restaurante de tapas que congrega la pasión española y la convivialidad de Amsterdam, en un ambiente agradable de piedra y de pinturas que constituyen el entorno en el que lucen las tapas del chef Ernesto con platos de todas las regiones españolas. regados por sangría para que, bajo la hospitalidad de la Tía Rosa, se sientan los clientes como en casa, también con una soleada terraza a lo largo del canal donde gozar con vinos y finos de Jerez. Junto a la inevitable paella, albóndigas, jamón de pata negra y pimientos del padrón, aunque anuncia especialidades de diferentes comunidades.