El simbolismo del céntimo que entrega desde 1983 el Ayuntamiento de Huesca a la Congregación de la Encarnación de Carmelitas Calzadas de Huesca, conocidas como Miguelas, con ocasión de la festividad del Arcángel San Miguel y sus homómos San Gabriel y San Rafael se ha rodeado de tradición, historia y mucha actualidad en la homilía presidida por José María Nasarre, acompañado por Rafael Samper.
La Iglesia del Convento de San Miguel ha estado abarrotada para una ocasión anual pero siempre especial, con presencia de la alcaldesa, Lorena Orduna, y los concejales Gemma Allué, José Miguel Veintemilla, Ana Loriente, Roberto Cacho y Fernando Sarasa.
La celebración conjunta de los tres arcángeles, como ha la superiora, María Gloria de Dios Caballero, ha explicitado al inicio, incorpora los valores específicos de cada uno de ellos, Miguel que significa ¿quién como Dios?, protector de la Iglesia y del mundo contra el enemigo que es el mal, Gabriel, "Fortaleza de Dios", quien anunciara a María y al mundo el inicio de tiempos mesiánicos, y Rafael, Medicina de Dios, que evoca su misión de médico y compañero de viaje del joven Tobías. "San Miguel vence porque es Dios quien actúa en él" y la escultura recuerda que "el mal ha sido vencido. Aunque el diablo intente siempre arañar el rostro del arcángel y el rostro del hombre, Dios es más fuerte; suya es la victoria y a todo hombre se le ofrece la salvación".
Tras los ritos iniciales y las interpretaciones del coro y las lecturas posteriores, José María Nasarre ha felicitado a la Comunidad de Religiosas de las Carmelitas Calzadas de la Encarnación y a todos los feligreses congregados en la venerable iglesia medieval, entre ellos el cabildo municipal.
En una homilía trufada de historia, simbolismo y actualidad, el sacerdote ha remembrado la entrega en 1110 de Alfonso I el Batallador al cabildo catedral del solar junto a la puerta de la muralla, para su uso como iglesia, hospital y lazareto para leprosos, funciones que posteriormente asumió un templo con hospital, Nuestra Señora de la Esperanza, en la hoy Plaza Universidad. El 12 de junio de 1622 llegó la congregación, y ha permanecido hasta nuestros días.
José María Nasarre exponía también su utilidad como protección para la ciudad, de manera que "no entrara el enemigo, que era el mal". algo propio de las poblaciones medievales que las instalaban o en los aledaños de las murallas o en los altos con los que proteger La Hoya. Entendieron que necesitaron la fortaleza divina de la virgen, de los ángeles y los santos.
Ha pasado a atribuir las condiciones de cada uno de los arcángeles festejados este 29 de septiembre. "San Miguel, protector, que anima y favorece el bien, que vence al mal" simbolizado por Satanás. El mal que se cimienta en el egoísmo, la ambición y la avaricia que desembocan en entrentamientos, guerras y falta de caridad. "Por eso pedimos a San Miguel fortaleza y valor para permanecer en la fe en el sentido personal, familiar y comunitario. Acompaña a los cristianos en el camino hacia Dios". Ha aludido a su representación con la balanza en uno de cuyos fieles se sitúan todas las virtudes, mientras el demonio trata de llevar a su terreno la otra.
Sobre San Gabriel, mensajero de Dios, fuerza de Dios, sería el encargado de anunciar a Zacarías e Isabel que tendrían un hijo que sería San Juan Bautista y protagonizaría la anunciación a la Virgen María de la avenida del mesías y redentor, ante la cual "María siempre aceptó la voluntad de Dios". San Rafael, "el de la sanación, la medicina de Dios", "el compañero de camino del hombre y el que ayuda a Tobías a curar a su padre".
Ha aludido al Apocalipsis, en concreto a la segunda lectura, que en un lenguaje literario manifiesta la lucha entre el bien y el mal representado por Satanás, frente al cual el bien expone la fraternidad, el amor de Dios y a la humanidad, "una invitación a través de los arcángeles, sobre todo San Miguel, para propiciar la convivencia, donde la cercanía y la fraternidad nos unan a los cristianos". Finalmente, ha explicaado el mensaje del Evangelio según San Juan con el diálogo entre Jesús y Natanael, al que definió como "un israelita de verdad, en quien no hay engaño", para aventurar que "veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
LA ENTREGA DEL CÉNTIMO
Tras el canto, con preciosa interpretación del coro y de los feligreseses, del Himno de San Miguel, la madre superiora, María Gloria de Dios Caballero, ha agradecido a los presentes en la Eucaristía su presencia y su compañía a la Congregación, con los mejores deseos para todos.
Posteriormente, se ha celebrado la emblemática entrega del céntimo que el Ayuntamiento viene dando a la Congregación en concepto simbólico de la cesión de la plaza exterior del convento al municipio. Solemnidad en el sentido de las firmas de las actas (con presencia del secretario, Vicente Sierra) y mucho humor entre la alcaldesa y la religiosa, que incluso se ha avenido simpáticamente a "morder" la moneda para constatar su autenticidad. Y es que la madre María Gloria de Dios Caballero demuestra la alegría con la que viven su fe en comunidad. Tan cerradas y tan abiertas a la vez en su sentido de trascendentalidad.