El Colegio Oficial de Enfermería de Huesca ha lanzado una campaña de concienciación para fomentar la prevención y la autoprotección entre quienes practican actividades al aire libre en el entorno del Pirineo. La iniciativa surge tras varias semanas con un elevado número de intervenciones de emergencia en la montaña: más de 16 operaciones de rescate y 22 personas evacuadas, muchas de ellas con traslado hospitalario. Solo durante el último fin de semana de junio, los equipos de salvamento realizaron once intervenciones, principalmente por caídas, extravíos y golpes de calor.
El objetivo de esta acción es reducir riesgos y promover, desde el ámbito enfermero, una cultura de seguridad y salud en la montaña. Para ello, el Colegio de Enfermería ha publicado en su página web y redes sociales una infografía práctica sobre cómo preparar un botiquín básico para salidas de baja y media montaña. La campaña también invita a actuar con responsabilidad, conocer el entorno y consultar fuentes fiables antes de realizar cualquier actividad en espacios naturales.
Según explica Elena Izquierdo, enfermera en la estación de esquí Astún-Candanchú, “cada temporada vemos cómo se repiten situaciones evitables: personas sin agua, sin protección solar, sin conocimientos básicos o sin medios para afrontar una caída leve que, en la montaña, puede complicarse rápidamente”.
Añade que “llevar un botiquín ligero, con lo esencial, no cuesta casi nada y puede ayudar muchísimo. Y si no sabes cómo usarlo, pregunta: las enfermeras podemos ayudarte también fuera del hospital”.
Cada montañero debe adaptar su botiquín a sus necesidades específicas, considerando el tipo de actividad, su duración, el grado de aislamiento del entorno, la posibilidad de improvisar en caso de emergencia, el conocimiento que se tenga del material y la protección del contenido frente a la humedad o condiciones extremas.
Entre los elementos recomendados por el Colegio se encuentra la manta térmica, un componente ligero pero fundamental. Refleja hasta el 90 % del calor corporal y puede elevar la temperatura entre 3 y 8 grados, dependiendo de las condiciones externas. Su uso puede ser decisivo en casos de hipotermia o inmovilización prolongada.
En cuanto a medicación y analgésicos, siempre con prescripción médica, se incluyen el ibuprofeno (600 mg) como antiinflamatorio, y analgésicos como paracetamol (1 g) o ácido acetilsalicílico (500 mg), este último contraindicado en personas con alergias, asma o úlceras digestivas. También es fundamental incluir la medicación personal habitual (para alergias, migrañas, insulina, adrenalina precargada, etc.) en formatos resistentes al calor, y acompañarla de instrucciones claras de uso para facilitar su administración en situaciones de estrés.
Para el tratamiento de heridas y cortes, el botiquín debe contener gasas estériles, antiséptico en pomada o monodosis, venda de crepé, apósitos específicos para ampollas y herramientas como una aguja o una hoja de bisturí, útiles para evacuar ampollas, extraer espinas o drenar hematomas. También se recomienda llevar cinta americana, por su gran versatilidad: permite reforzar vendajes, fijar férulas improvisadas o reparar equipo dañado.
En el apartado de prevención y supervivencia, se destacan elementos como el protector solar (FPS 30 o superior), tabletas potabilizadoras de agua o botellas con filtro incorporado, y repelente de insectos, especialmente útil en zonas donde pueden presentarse reacciones alérgicas o enfermedades transmitidas por picaduras. También se aconseja llevar un rotulador permanente, que puede utilizarse para anotar datos clínicos o administrativos en caso de emergencia.
Los dispositivos básicos de señalización y comunicación, como una linterna frontal, un silbato y un teléfono móvil con batería cargada, son esenciales. Para prolongar la autonomía en salidas largas, se recomienda incluir un power bank solar, especialmente útil cuando no se dispone de acceso a corriente eléctrica.
Esta campaña del Colegio Oficial de Enfermería de Huesca subraya que la prevención empieza antes de salir de casa. Un botiquín básico, bien preparado y adaptado a las características de cada salida, puede ser clave para actuar de forma eficaz ante una emergencia y facilitar el trabajo de los equipos de rescate.
La web del Colegio recoge con más detalle todas estas indicaciones.