El director de Salud de la Cruz Roja de Huesca, Martín Cárdenas, afirma que la cifra de personas fallecidas a consecuencia de un paro cardiaco podría “rebajarse bastante” si todo el mundo supiera hacer las maniobras de reanimación.
Además, estima que, ahora mismo, la asignatura pendiente es dar a conocer en qué lugares de la ciudad se encuentran localizados los desfibriladores con los que debemos abordar estas situaciones.
Este sábado se ha conmemorado en Huesca el Día Mundial de los Primeros Auxilios, que tiene como objetivo facilitar a la población conocimientos básicos para que pueda ayudar a problemas que precisen la asistencia médica.
Cruz Roja Huesca ha organizado una jornada en la plaza López Allué, entre las 10.00 y las 14.00 horas, en la que han participado también otros colectivos como la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos, Protección Civil y el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil.
Martín Cáradenas observa que en cualquier situación se puede producir una emergencia y, sin embargo, "no hay una gran concienciación en la sociedad" sobre la importancia de conocer cómo aplicar las maniobras de reanimación. "En España se dan 30.000 paros cardiacos anualmente. Creo que esta cifra podríamos rebajarla bastante si todos supiéramos cómo hacerlas", ha indicado.
El público que se ha pasado por la plaza López Allué ha manifestado su preocupación ante la posibilidad de tener que afrontar situaciones como quemaduras, hemorragias y paros cardiacos, especialmente, y han buscado respuestas a estas interrogantes.
Cárdenas ha señalado, por otro lado, que es cierto que en Huesca hay muchos desfibriladores repartidos por espacios públicos y privados, pero ahora el reto es conocer cuál es su localización.
INCENDIOS EN EL HOGAR
Los Bomberos de Huesca han realizado algunas demostraciones, como por ejemplo, cómo apagar una sarten en caso de que se produzca un fuego. Para ello, han empleado un trapo y también un extintor. Niños y niñas han disfrutado, sobre todo, vistiéndose de bomberos, retratándose en el photocoll, probando los equipos de respiración, visitando el camión y haciendo sonar las sirenas.
Jacobo Morlán recomendó que, cuando se produzca un incendio en la cocina de la casa, lo primero que hay que hacer es tratar de apagarlo con un exintor y, si no lo conseguimos, hay que cerrar la puerta y todas las que haya hasta la escalera. "El fuego consume oxígeno y, si no hay, se apaga", ha recalcado.
Ha indicado también que no se frecuente que se produzcan incendios de importancia en las casas, pero, cuando esto sucede, "se nota si la gente está preparada".