Consuelo Miqueo y Concha Muñoz, presidenta y vocal de Huesca en Derecho a Morir Dignamente, pronunciaron una conferencia participativa con el público que llenaba este miércoles el salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses en la que se pronunciaron palabras sin complejos ni límites para tratar un asunto tan peculiar como interpretar la muerte digna como un derecho que otorga una vida mejor. El título, ¿Qué significa judicializar la eutanasia".
Concha Muñoz introdujo esta sesión que escogió un video de un monólogo de la abogada Josefina Miró Quesada, que con su defensa de Ana Estrada y de María Benito derribó las barreras legales para conseguir que la dignidad se convirtiera en un derecho y que los tratamientos médicos no se convirtieran en impedimento para la voluntad de poner fin a una situación no deseada.
La emocional conferencia de Josefina Miró Quesada Gayoso el 20 de abril de 2024 exponía la necesidad de la autorización para poner fin a la vida de Ana Estrada, que padecía polimiositis, una enfermedad rara y degenerativa que inflama y debilita los músculos. "Le salvó la vida cuando consiguió que tuviera derecho a una muerte digna", que le llegó precisamente al día siguiente, el 21 de abril, "cuando cumplió su derecho de partir".
"No me rindo, sino que defiendo mis derechos", fue la expresión de Ana Estrada, porque "la muerte digna nos da garantía de decir hasta aquí no más. No quería solo morir ya, sino tener el control de su vida hasta el último instante". Ana Estrada, psicóloga, poeta y defensora de los derechos humanos, quedó marcada en su existencia por el terror que expuso para reivindicar su derecho a morir dignamente.
La letrada, en su intervención televisiva, exponía que la muerte digna tiene muchas dimensiones y expresiones, como la eutanasia o el suicidio asistido, y enfatizaba que la criminalización de la eutanasia va contra el derecho a la muerte digna. "Significa que el derecho a la vida se convierte en una obligación. Yo no tengo que vivir lo que han vivido María Benito y Ana Estrada para entender sus reclamos". Sobre la primera, un abogado del hospital se negó y pretendió "seguir con la vida a toda costa".
"El sufrimiento puedce ser físico, pero también emocional y social. ¿Quiénes somos el resto para decir siga aguantando sin entender el sufrimiento?".
La empatía no implica que renuncies a la vida, ser condescendiente es tratar a los demás como un igual. "Cuando hay imposición no hay empatía. Dignificar el proceso de muerte no es más que que el tránsito hasta el final no lo decidan los demás. María tuvo que lidiar con psiquiatras que le convencerian contra su decisión". Médicos y jueces imponían que necesariamente habían de estar deprimidas. "En vez de garantizar su libertad, la cercenaron".

Y, sin embargo, escogieron un camino recto. "Si era solo alcanzar la muerte la podrían haber conseguido en clandestinidad. Pero no era una muerte a secas, sino el derecho a la dignidad en el morir, que no era individual, sino para el resto. El derecho a morir dignamente está ahí, en desear que descanse en paz quien camina hacia la muerte. No es vivir o morir, sino vivir en los términos de ella, no de los demás".
Concha Muñoz, al término del video, destacaba del alegato de Josefina Miró su convicción de que "la muerte es parte de la vida, pero nos gusta hablar como si fuéramos inmortales", y por eso tenía una "tremenda satisfacción por la victoria" en los tribunales peruanos. "La muerte digna es recuperar el control sobre nuestras vidas, tener la maravillosa oportunidad de diseñar el final de nuestras vidas".
HERRAMIENTA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL
Exponía su labor como "defensora de los Derechos Humanos para defender algo con pasión y con la ética de los cuidados. Esta nueva perspectiva puede abrir más puertas al derecho como herramienta de transformación social".
Consuelo Miqueo explicaba que el video de Josefina Miró "crea adicción. Dice tantas cosas, tan bien, tan deprisa, que dice verdades como puños. Se emociona siempre que lo recuerda porque hay una violencia institucional en el ingreso en el hospital".
Ha afirmado que no hay que banalizar esos tratos inhumanos tan frecuentes. "Si podemos evitar eso, es trabajar por el buen morir".
Con un retrato por la legislación por todo el mundo, ha asegurado que hay distintos derechos sanitarios de final de vida, desde el suicidio asistido a la eutanasia. "Ahora estamos en un momento crítico porque el sistema publico se está empobreciendo".
Ha defendido el tratamiento compasivo y, sobre el derecho a la muerte digna, "es una opción personalísima. Desde 2011 tenemos una ley de muerte digna maravillosa y luchamos por defenderla". Y en 2024 se aprobó la Ley de los Derechos y Garantías de la dignidad en el proceso de morir y de la muerte".

La doctora Miqueo ha expuesto la importancia de compatibilizar el derecho a la muerte digna con los necesarios cuidados paliativos y sedación paliativa, por compasión. Es un recurso fácil, económico y universal.
Exponía que, en España, la autorización de la eutanasia ha sido liberador para los profesionales, cuya "mayoria son objetores porque hay un miedo social que a veces provoca conductas terroríficas". Afirmaba que en la ley se establecen los derechos de tomar la decisión. "Los responsables son libres de decidir la salud sin paternalismo. La persona es la responsable y la que decide".
"Decidir sobre la muerte es decidir sobre la vida", y explicaba el documento de voluntades anticipadas, además del consejo de que se nombre a una persona representante con compromiso de que se van a cumplir, mientras el sistema sanitario obligacion respetar ley garantistas
Consuelo Miqueo ha comparado el caso de María Benito con el del protagonista de Mar Adentro, la película de Amenábar. Ha considerado un gran éxito la legislación actual después de 17 propuestas desde 1984. "Es una liberación".
Sobre las dos modalidades de muerte voluntaria, ha recordado el modelo norteamericano de suicidio médicamente asistido que es muy antiguo y sólo se aplica para enfermedad grave y terminal, no serviría para Ana Estrada y para el personaje del filme español.
El porcentaje de personas con enfermedad limitante y crónica es altísimo, hay por el envejecimiento más enfermedades degenerativas, pero hay más dinero y medicación. La industria está interesada en el consumo.
Ha abundado en la importancia que la ciudadanía da a morir bien. "Preocupa mucho a las mujeres, conscientes de que va a ocurrir", por lo que ha reclamado facilitar la transparencia porque la sociedad y profesiones como las de enfermería están concienciados, "los médicos menos"..
