El oscense Daniel Chaverri es el presidente de la Sociedad Española de Heridas desde el pasado 15 de febrero, una entidad de naturaleza multidisciplinar que acoge a enfermeras, podólogos, fisioterapeutas y médicos de distintas especialidades, como cirugía plástica, cirugía general, dermatología, traumatología y cirugía vascular. Su finalidad es, sobre todo, generar evidencia científica y divulgar conocimientos que sean útiles para todos los profesionales implicados en el proceso de estos cuidados.
El tratamiento de las heridas, afirma Chaverri, debe tener un enfoque integral. "Aunque parezca algo sencillo, no basta con poner un poco de betadine. Hay multitud de heridas, cada una con su idiosincrasia, es decir, no es lo mismo una herida por quemadura, que una herida de origen arterial, que una herida en pie diabético, o que una úlcera por presión".
El presidente de la Sociedad Española de Heridas destaca la importancia de abordar no solo el síntoma visible, sino también la causa subyacente de la herida: "La herida ha podido ser ocasionada por una infección, o porque no llegue sangre a la zona, o por la presión sostenida en los tejidos, eso va más allá de poner un apósito".
Por eso, Chaverri insiste en la importancia de un enfoque multidisciplinar para el éxito en el tratamiento de estas afecciones. "De nada sirve que una enfermera cure de una forma si nadie está tratando la causa de la herida", observa.
En este proceso, es fundamental que todos los implicados hablen un lenguaje común y, sin embargo, el presidente critica la tradicional práctica de tratar las heridas de manera unilateral, donde cada profesional aborda la lesión desde su propia perspectiva sin una coordinación integral." Tenemos que llegar a un consenso y a establecer el trabajo en equipo, que es lo que va a dar el éxito", recalca.
El presidente de la Sociedad Española de Heridas apunta, por otro lado, la relevancia de los congresos donde participan médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud. "Todas las mesas son multidisciplinares, es decir, si hablamos de pie diabético tiene que haber en esa mesa un cirujano, un podólogo y una enfermera".
"En una herida vascular, por ejemplo, además de un especialista vascular, también se requiere la intervención de un infectólogo o un internista para abordar las posibles infecciones", añade.
El papel de los fisioterapeutas también es crucial en muchos momentos, "porque una parte de las heridas es la cicatriz, que es una huella y, a veces, un estigma, y estos profesionales tienen un papel importante en mejorar la funcionalidad y el aspecto estético mediante terapias como la presoterapia y la diatermia".
El mal tratamiento de una herida puede tener graves consecuencias. En casos de pie diabético, "hay un porcentaje que acaban en una amputación".
El presidente de la sociedad explica la complejidad detrás de estas consecuencias devastadoras. "El paciente diabético tiene una susceptibilidad de infectarse muy fácil porque es un inmunodeprimido -señala-. Esa infección puede pasar a planos profundos y generar una infección del hueso, por ejemplo, un proceso séptico global".
Ante esta problemática, Chaverri hace hincapié en los esfuerzos de la sociedad para establecer protocolos y unificar criterios en el tratamiento de heridas. "Hacemos un congreso anual, una jornada monográfica anual y normalmente dos webinars al año -detalla-. Además, editamos una revista científica propia donde publicar artículos y hacemos documentos de posicionamiento y consenso para poner en común recomendaciones".
Daniel Chaverri, que actualmente trabaja en la MAZ de Zaragoza, ejerció ocho años de enfermero antes de completar los estudios de Medicina. Comenzó su trayectoria laboral en el Hospital Provincial de Huesca, un magnífico espacio para aprender sobre el tratamiento de las heridas.
Después, en un centro privado, trataba úlceras vasculares y pie diabético, como médico general. "Una vez que obtuve la especialidad, me dediqué sobre todo a la herida traumática y a la heridas quirúrgica".
Su trayectoria le llevó a participar activamente en congresos, publicaciones y conferencias, así como a formar parte de sociedades científicas, incluida la Sociedad Española de Heridas.
Su vocación y experiencia, y el aliento y reconocimiento de sus colegas, le animaron a presentar su candidatura a la presidencia de esta entidad, que se hizo efectiva en la pasada asamblea de socios.
Chaverri, que trabaja en la MAZ de Zaragoza, continúa abogando por un enfoque integral y colaborativo en el cuidado de los pacientes.
Como presidente, tiene muy claro que entre sus objetivos figuran fortalecer y expandir la sociedad. "Quiero consolidarla y aumentar nuestra presencia internacional", afirma.
"Actualmente formamos parte de la Sociedad Europea de Heridas, representando a España, pero me gustaría también tener proyección en Sudamérica", agrega.
Además, Chaverri expresa su deseo de aumentar la producción de documentos científicos, ofrecer más cursos y conferencias, y consolidar la sociedad como una autoridad en el campo del tratamiento de heridas a nivel nacional e internacional.
Con una visión clara y un compromiso sólido, Daniel Chaverri está preparado para liderar la Sociedad Española de Heridas hacia un futuro de crecimiento y excelencia en el cuidado de los pacientes.