“Vive el momento, disfruta el día, haz lo máximo con lo que tienes”. Está frase de Michael J Fox se ha escogido como lema del Día Mundial del Parkinson, que se ha conmemorado en Huesca con una mesa informativa, en la plaza de Navarra, y una comida posterior.
Aunque los efectos de esta dolencia son considerables y con el tiempo pueden ser muy invalidantes, la ciencia está dando pasos en los últimos tiempos que abren caminos esperanzadores y ya están dando frutos en el terreno de las terapias.
Medio centenar de personas, aproximadamente, es socia de la Asociaciación Parkinson Aragón en Huesca, un colectivo que, en el conjunto de la Comunidad Autónoma aglutina a alrededor de 700 personas.
Andrea Puértolas, terapeuta ocupacional de la entidad en la capital oscense, observa que hay más gente diagnosticada y que quizá no se suma a ella porque desconoce su existencia.
El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que provoca que las células nerviosas o neuronas no produzcan la cantidad suficiente de dopamina. Los síntomas más característicos son la pérdida de movimiento, rigidez, cansancio, inestabilidad, inexpresividad facial y deterioro cognitivo.
Aunque es cierto que origina también temblores, no es el síntoma principal, ya que este efecto tan solo lo presentan menos de un 30% de las personas afectadas.
"Cuando te diagnostican el párkinson todavía no tienes temblores. A partir de ese momento tiemba tu vida. Te cuestionas todo, las incógnitas se multiplican. La mejor medicina que he encontrado está en mi cabeza. Ya no produzco dopamina, pero sí cantidades industriales de ganas de vivir y de esforzarme. La palabra esfuerzo no existiría si dificultad. Y la felicidad no existiría sin esfuerzo", señala el oscense Ignacio Almudévar, diagnosticado de esta enfermedad.
Las causas de esta patología todavía se están investigando y de momento se apunta a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Andrea Puértolas indica que, aunque existe la creencia generalizada de que es una enfermedad que concierne a las personas mayores, se está produciendo un número significativo de diagnósticos entre las de 50 y 60 años.
La evolución de la enfermedad depende del paciente, de su grado de actividad, de los tratamientos, de las terapias.
Todo este abordaje permite retrasar la evolución del párkinson y mejorar la calidad de vida de los afectados.
La Asociación Parkinson Aragón ofrece en Huesca servicios de Fisioterapia y Terapia Ocupacional, a nivel presencial y online, así como los servicios de Psicología y Logopedia online, ya que estos últimos se prestan desde Zaragoza.
El Parkinson es una enfermedad incurable, pero están surgiendo nuevas terapias, nuevas cirugías que, por ejemplo, producen una electroestimulación profunda y medicamentos que atenúan los síntomas
"Que vengan a buscarnos, que lo que intenta la Asociación es ayudar a la gente, mejorar su calidad de vida y que se sienta lo mejor posible", señala Andrea Puértolas.