La Dirección Gastronómica del hotel Canfranc es “una gran responsabilidad y una enorme ilusión” que no afectará a la marcha del Sotón"

Ana Acín y Eduardo Salanova se han hecho cargo del Royal Hideaway Hotel, felices con su nuevo reto

20 de Octubre de 2022
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Ana Acín y Eduardo Salanova. Foto Mercedes Manterola
Ana Acín y Eduardo Salanova. Foto Mercedes Manterola

La Dirección Gastronómica del hotel Canfranc es un reto que Ana Acín y Eduardo Salanova y han asumido con “una gran responsabilidad y una enorme ilusión”, una alegría que están compartiendo con numerosos altoaragoneses que llaman para felicitarles y puntualizan que no afectará a la normal marcha del Sotón y su Espacio N.

“La gente está muy contenta, como cuando nos dieron la Estrella Michelín. Agradezco el cariño de la gente, a la que también le está gustando que seamos gente de aquí. Llevamos muchos años, somos muy pesados -bromea- y es como que la gente participa en nuestra historia. Cuando le pasan cosas buenas al Sotón, las comparten”, subraya Ana Acín.

La noticia, que publicó este miércoles EL DIARIO DE HUESCA, tras el acuerdo alcanzado entre la propietaria de El Sotón y su chef con Barceló Hotel Group, ha tenido una gran repercusión.  “Ambos son dos expertos en alta cocina aragonesa que actualmente se encuentran al frente de La Venta del Sotón y Espacio N, restaurante dentro de La Venta, en un espacio moderno-minimalista, que en 2021 fue galardonado con una estrella Michelin en reconocimiento a su original cocina aragonesa de vanguardia”, indicaban fuentes del grupo Barceló.

Su labor consistirá en formar al equipo de cocina y sala y marcar la línea de los platos que se van a servir. “Creo que nuestra fuerza es ese tándem que formamos, que uno está en cocina y otro en sala y eso hace que nuestro asesoramiento sea más completo. También ha pesado nuestra trayectoria y, obviamente, la Estrella Michelín”, explica Ana Acín.

Ana Acín y Eduardo Salanova. Foto Mercedes Manterola
Ana Acín y Eduardo Salanova. Foto Mercedes Manterola

“Poder ser los directores gastronómicos del hotel, en un sitio tan emblemático, con tanta historia, es un privilegio, estamos muy ilusionados, como niños con zapatos nuevos -prosigue-. Al Sotón también le va bien, porque, cuando te emocionas con algo, todo a tu alrededor te emociona, te surgen nuevas ideas que quieres poner en marcha y ganas de hacer más cosas. Estos retos te hacen estar muy vivo”.

Para Eduardo, añade, además, el lugar representa “un vínculo sentimental muy fuerte, porque él es de Canfranc y de pequeñito jugaba en lo que fue la estación”.

Ana Acín tranquiliza a la clientela del Sotón. “No pasa nada, nosotros cerramos en noviembre por vacaciones, como siempre, y al hotel de Canfranc iremos los días que haga falta a realizar nuestra labor puramente de asesoramiento, como hace, por ejemplo, Francis Paniego, de "El Portal de Echaurren", con el hotel Marqués de Riscal”.

“Cuando veo la imagen de la Estación de Canfranc, es como cuando veo la chimenea del Sotón. Me sugiere ese respeto por hacerlo muy bien, que ese cliente disfrute, que nos sintamos orgullosos de que en Aragón se puede hacer algo grande, porque yo creo que la estación es un referente, todos hemos estado allí alguna vez en esa estación”, afirma exultante Ana Acín. “Es un edificio tan imponente, tan espectacular, que quieres hacer disfrutar a la gente lo más posible, como en El Sotón, pero esto es un buque de guerra -ríe-esto es muy grande”.

El proyecto gastronómico en el que están trabajando Eduardo Salanova y Ana Acín para el futuro hotel incluye 3 restaurantes, 2 bares y una biblioteca. Cabe destacar los restaurantes gastronómico y a la carta que se alojarán en dos vagones que se están rehabilitando, siguiendo el estilo clásico de los trenes del siglo XX.

La cadena hotelera afirma que “aspira a convertir el hotel Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel en un establecimiento 5 estrellas de referencia en el Pirineo aragonés, tanto a nivel nacional como internacional, y el que será un importante punto de atracción de turismo de lujo para la región”.

Propiedad del Gobierno de Aragón, el establecimiento conservará el valioso patrimonio cultural de un edificio emblemático con más de 90 años de historia, a la vez que pretende apostar por el talento local, también en la gastronomía.

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